La irrupción de vehículos autónomos, manufactura con equipos automatizados, aparatos de comunicación cada vez más inteligentes, drones, vehículos no tripulados y pequeños robots que participan en tareas domésticas, son algunos de los dispositivos que paulatinamente se han vuelto parte de una “cotidianidad” en todo el mundo. Con ello, la ciencia ficción deja de tener su sentido de distancia y emerge un entorno que mezcla lo fantástico con la realidad.

A manera ilustrativa, en 2018, la agencia de noticias Xinhua de China mostró sus primeros robots con apariencia humana. Estos personifican a Zhang Zhao y Xiang Xiaomen, ambos conductores de TV, quienes en breve demostración “comentan” que podrían dar un noticiario ininterrumpido sobre el acontecer mundial. Así, encontramos otros casos llamativos, como el de “Sophia,” un robot que puede conversar y mantener al menos diálogos con las personas. La combinación de la inteligencia artificial y las diferentes aplicaciones industriales ha derivado en esta innovación que permite disponer desde mascotas hasta complejos mecanismos que operan en las actividades productivas.

Así las cosas, el reporte 2017 de World Robotics destaca que Corea del sur, Singapur, Japón y Alemania figuran actualmente entre los principales países con el mayor número de robots. La actividad a la cual están orientadas sus tareas es la industria y progresivamente permean en la automatización del sector de los servicios como el bancario, turístico, educación, salud, transportes, gobierno, etc. Pronto, temas cruciales contemporáneos como migración, medio ambiente, comercio internacional, aspectos militares y otros más tendrán una mayor robotización.

La actual etapa de la revolución industrial impulsa un avance en la robótica que modifica aceleradamente el entorno y está creando confort, oportunidades y soluciones a diferentes necesidades y diversos problemas que enfrentamos. También representa un reto, particularmente por la modificación del mundo laboral y lo que podría derivarse de ello, tanto desafíos como oportunidades.

Para las empresas, la formación de una fuerza laboral digital representa oportunidades pues se crea valor mediante la simplificación de servicios y la generación de diferentes experiencias entre los clientes. La tendencia, contribuirá a modificar radicalmente los mercados. Al mismo tiempo representa una inversión que puede potencializar las capacidades de participación de las empresas en la economía.

Dada la interacción de nuestras compañías en los mercados globales, y atendiendo numerosas tareas productivas, los reportes de 2017 de la Organización Mundial de Comercio destacan que México es el cuarto importador mundial de robots para la industria (China, Alemania, EUA son los principales), los cuales se destinan a diferentes áreas de los servicios, automatización y digitalización en las actividades de manufactura.

De acuerdo con datos de la OCDE, se estima que la compra de robots ha promediado los 1,500 en México en los últimos ocho años, una cantidad mayor a la que se dispone en Brasil y Argentina, países que en la región de América Latina experimentan tendencias similares. Esto refleja la transición en las actividades productivas y particularmente aquellas que requieren una precisión específica donde la intervención humana debe ser protegida.

Desde ese momento hasta el día de hoy la participación de numerosas empresas en las actividades de la economía digital y el uso de robots profundiza la vinculación entre directivos, personal y consumidores transformando el mercado e incrementando sus capacidades. Sin duda alguna su contribución será más decisiva en la economía nacional.

Para el decenio que se avecina se incrementará la cantidad de robots en el mundo y nuestro país, independientemente de los paradigmas políticos y económicos, así como los retos sociales actuales (pobreza, desigualdades, infraestructura, seguridad, etc.), avanza hacia un entorno más sofisticado y tecnologizado. El Boston Consulting Group a través de estudios especializados estima que, por los requerimientos globales de los sectores productivos, la venta de robots podría alcanzar hacia 2025 un mercado de 87, 000 millones de dólares.

En el mundo, como en nuestro país, fábricas, edificios, oficinas, tiendas, restaurantes inteligentes y otros tipos de compañías (pequeñas, medianas y grandes) tendrán mayor notoriedad con un distintivo de i-services (servicios inteligentes). Neologismos como cobots (colaboración con robots), petbots (mascotas robot), o droide (máquina de apariencia humana) serán comunes en nuestras conversaciones. Con este entorno ¿se imagina usted, cómo será su vida diaria en 2028?

Google News

TEMAS RELACIONADOS