Juan Pablo Becerra-Acosta M.

La Presidenta Electa y sus 52 días para malabarear…

¿Tendremos una presidenta que antes que nada sea la Primera Morenista de la Nación, como aquellos tlatoanis priistas que salivaban al avasallar a sus adversarios violando todas las leyes electorales posibles?

Juan Pablo Becerra-Acosta M.
10/08/2024 |04:47
Juan Pablo Becerra-Acosta M.
autor de OpiniónVer perfil

El próximo jueves —que es 15 de agosto— el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF) entregará a Claudia Sheinbaum la constancia como presidenta electa. Así quedó de manifiesto luego de que la Sala Superior ratificara, hace dos días, el resultado de los comicios distritales de la elección presidencial. La mayoría de los magistrados (cuatro contra dos) desechó las impugnaciones de la oposición contenidas en 240 juicios de inconformidad, decidió no anular ni una sola casilla, y, por tanto, ni uno solo de los votos emitidos en la jornada del 2 de junio.

A manera de recordatorio, Sheinbaum obtuvo el 59.75 % de la votación, mientras que la candidata Xóchitl Gálvez consiguió el 27.45%, una diferencia de 32 puntos porcentuales. Así los hechos, en cinco días tendremos una fortísima Presidenta Electa que contará con la legitimidad de haber sido escogida prácticamente por seis de cada diez mexicanas y mexicanos que votaron.

Ahora, hacia adelante, me parece importante preguntarnos qué clase de Presidenta Electa vamos a tener durante 52 días, de aquí hasta el 1° de octubre, cuando asumirá la jefatura del Estado. ¿Una presidenta que querrá exterminar un INE que organizó impecablemente las elecciones que la llevaron al poder? ¿Una presidenta que le gustaría disponer de un órgano electoral a modo, como el que era controlado por el Poder Ejecutivo en los años noventa? ¿O una presidenta que evoque sus años de lucha social y que respete lo que tantas décadas tardamos en construir como sociedad para impedir los fraudes electorales del priismo?

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¿Veremos una presidenta que desee con vehemencia que su partido sea el nuevo-viejo PRI, el PRI de la dictadura perfecta, aquel que con todas las artimañas legales siempre se dotaba de una indebida y antidemocrática sobrerrepresentación en el Congreso y que no respetaba lo ocurrido en las urnas ni lo establecido en la Constitución? ¿Tendremos una presidenta que antes que nada sea la Primera Morenista de la Nación, como aquellos tlatoanis priistas que salivaban al avasallar a sus adversarios violando todas las leyes electorales posibles?

¿Padeceremos una presidenta abusiva que pretenda contar con el 74% de los espacios en el Congreso habiendo conseguido nada más el 54.74% de los votos para la Cámara de Diputados y el 55.17 % para el Senado?

O una presidenta democrática, que se circunscriba sin matices no sólo a la letra establecida en la Constitución sino al espíritu de ese constituyente que consagró con firmeza en la Carta Magna aquello por lo que su movimiento luchó durante años, es decir, un dique para contener las irrefrenables tentaciones de concentración de poder: el artículo 54 constitucional establece, en su fracción IV, que "ningún partido político podrá contar con más de 300 diputados por ambos principios", de mayoría relativa y de representación proporcional. Además, en la fracción V, añade: "En ningún caso, un partido político podrá contar con un número de diputados por ambos principios que representen un porcentaje del total de la Cámara que exceda en ocho puntos a su porcentaje de votación nacional emitida".

Aunque mencione “partido” y no “partido y coalición”, la Constitución que votó su movimiento le hablaba al PRI y a sus satélites en esos años oscuros del priismo, como hoy le habla a Morena y sus satélites para evitar una redición de ese abuso electoral. La Presidenta Electa del jueves próximo, la misma que tanto batalló desde joven por la democracia, debería aceptar que es moralmente indebido tener el 74% de los espacios, cuando sólo debe tener un máximo de 63%. Subrayo: las mexicanas y mexicanos le dieron una amplísima mayoría democrática de 63%, máximo, no una destructiva y antidemocrática aplanadora de 74% que sólo Maduro el de Venezuela podría festejar evocando a los héroes del priismo que según ellos nos dieron patria.

Interesante, muy interesante será observar a la Presidenta Electa que tendremos a partir del jueves, porque esos 52 días que restan para que Andrés Manuel López Obrador deje el poder perfilarán a la Claudia Sheinbaum que gobernará México.

Veremos…

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