Presidente de la Asociación Mexicana para la correcta Hidratación, AC
A partir del 28 de marzo inició el bombardeo de nubes, conocido también como sembrado de lluvia, en la Ciudad de México, como una solución al problema de escasez de agua, pero ¿en qué consiste este ejercicio?
Esta técnica implica la dispersión intencional de sustancias en las nubes para aumentar la cantidad de precipitación que cae de ellas y buscar que llueva en áreas donde hay sequía o donde la cantidad de lluvia es insuficiente para las necesidades locales.
Las sustancias que suelen dispersarse desde aeronaves son cloruro de sodio, yoduro de plata, o dióxido de carbono. Estos elementos actúan como núcleos de condensación alrededor de los cuales el vapor de agua se condensa, lo que puede llevar a la formación de nubes más grandes y densas, y, en última instancia, a una mayor precipitación.
Sin embargo, la eficacia de esta práctica es objeto de debate, pues existen estudios donde se afirma que su efectividad apenas alcanza el 10%. Además, hay preocupación sobre los posibles efectos secundarios:
· Liberar sustancias químicas en la atmósfera puede mermar la calidad del aire y la salud humana si se inhalan en grandes cantidades.
· Las sustancias liberadas pueden filtrarse en los cuerpos de agua locales y afectar la vida acuática.
· El ciclo del agua es un sistema complejo y no se puede predecir con precisión cómo se comportarán las nubes. Podría llover en donde no queremos que llueva.
· Esta práctica puede ser costosa, además no garantiza resultados, por lo que ese dinero se podría invertir en algo más confiable.
Aunado a lo anterior en México se pierde hasta el 45% del agua por diversos factores, como fugas. Asimismo más del 60% del agua potable está contaminada, ya sea por algún agente químico, físico o biológico, como son los coliformes fecales, que incluso podemos encontrar en el agua que compramos de las rellenadoras de la esquina. Menos del 40% del agua residual es tratada y existe un descontrol constante en las descargas de este tipo de agua en prácticamente todo el País.
Existen otros métodos que impactan de manera positiva y que son sustentables. La regeneración de las cuencas y el abastecimiento del agua pueden lograrse mediante diversas técnicas y estrategias como:
· Restauración de ecosistemas, que implica el saneamiento, reforestación y reposición de la vegetación y la biodiversidad de las cuencas.
· Evitar la sobrecarga de ganado, la tala y la quema de bosques, y la construcción no planificada. Esto puede reducir la erosión del suelo y proteger los cursos de agua.
· Tecnificar el riego para reducir su desperdicio. Actualmente se usa el 75% del agua disponible en la agricultura; si reducimos su consumo lo podríamos ceder para la industria y el uso doméstico.
· Sistemas de captación de agua de lluvia. México carece de una cultura de captación y reutilización del agua.
· El manejo de cuencas es una estrategia integral que implica la planificación de recursos con la cooperación entre diferentes sectores, la participación comunitaria y la planeación a largo plazo.
En resumen, aunque la siembra de nubes tiene el potencial de aumentar la cantidad de lluvia en áreas necesitadas, también presenta riesgos y desafíos que se deben tener en cuenta antes de su implementación. Necesitamos realizar una mejor gestión del agua, lo cual nos ayudaría de manera mucho más directa y sustentable a mejorar la situación del agua en México