En la mira está , seleccionador nacional, quien fue presentado en 2019 como parte de la nueva generación de directivos de la Federación Mexicana de Futbol , apostando por un tipo de experiencia en selecciones como Paraguay y Argentina , además de haber dirigido al Barcelona en 2013-2014, proyecto en el cual fracasó rotundamente.

En los últimos años, el futbol mexicano se ha llenado de entrenadores extranjeros, uruguayos, argentinos, colombianos, españoles, etc. Técnicos de poco cartel que vienen a experimentar a una Liga que paga bien, pero que exige resultados inmediatos. Algunos de ellos han logrado cosas interesantes, pero la mayoría son charlatanes que enamoran a los directivos.

Martino

ganó la Copa Oro en 2019, sus números eran altísimos, era imposible que perdiera un partido, incluso los amistosos los encaraba con seriedad. Con el paso del tiempo, el argentino y la Selección vinieron a la baja, lesiones, futbolistas que están en Europa , pero que juegan poco o lo hacen en Ligas de un nivel medio. Sin embargo, la pandemia, el no tener de manera constante a los seleccionados, la falta de torneos oficiales, hicieron que el Tata se tirara a la hamaca, se fue a su país a guardar cuarentena y nadie supo de él. Más tarde llegó el momento de regresar a trabajar para preparar amistosos, Copa Oro , Nations League y todo lo que se debía de 2020. Ahí es donde el castillo de naipes se empezó a derrumbar, los dos torneos que perdió en el verano con EEUU prendieron los focos; claro, tuvo que dividir al grupo olímpico y adaptarse a lo que tenía.

Inició la eliminatoria y consiguió siete de nueve puntos disponibles; sin embargo, el equipo no jugaba bien, carecía de gol, tenía muchas distracciones a nivel defensivo y sobre todo no había variantes para reaccionar.

El jueves en el Estadio Azteca quedó retratado el seleccionador nacional, Canadá lo superó de principio a fin; no estudió al rival, no sabía lo que estaba pasando en la cancha, al final le regaló dos puntos a los de la hoja de maple. Este proyecto ya no lleva rumbo, se empecina en poner a jugadores como Guardado y Herrera que claramente ya no están para estos ritmos de partidos, veta jugadores y no genera competencia en puestos como la lateral izquierda, de la cual es amo y señor Jesús Gallardo.

La Selección ya se le salió de las manos, lo mejor será ir pensando en un plan B, porque independientemente de lo que pase contra Honduras y El Salvador, este equipo sin variantes, con jugadores en bajo nivel y un cuerpo técnico que da la impresión de que no trabaja, no conseguirá puntos en Edmonton cuando visite a Canadá y mucho menos en Ohio enfrentando a EEUU.

El tiempo de Martino se acabó; este proyecto ya no tiene rumbo, si lo quieren dejar, adelante, lo que es un hecho es que en tres años de gestión no existe ninguna evolución futbolística de la Selección Mexicana.

 
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