En la mira están América y Tigres, que se presentan en la cancha del Estadio Azteca en el partido más esperado de la jornada. Las Águilas del Tano Ortiz están pasando por su mejor momento futbolístico, tienen seis victorias consecutivas y han hecho de la defensa un auténtico muro, difícil de derrumbar, a pesar de algunas lesiones y ausencias.

Del otro lado Miguel Herrera llega a su excasa con dos partidos consecutivos sin anotar un gol; los delanteros de Tigres no encuentran la manera de hacer que uno de los equipos con mejor nómina consiga resultados positivos, hoy los de la U están fuera de los primeros cuatro lugares, lo que hace un mes no pasaba.

Los partidos entre América y Tigres se han convertido en duelos atractivos, sobre todo por las finales que han disputado. En Liga, Mohamed ganó el título para el América en el Estadio Azteca en 2014, después llegó la revancha y Tuca Ferretti le arrebató el campeonato a Ricardo La Volpe. No podemos negar que está surgiendo una rivalidad interesante en el futbol mexicano. Desde que llegó la inversión a los felinos todo cambió, fueron por Tuca, quien los llenó de campeonatos, encontraron en Gignac a una figura mediática, pero también al mejor jugador en toda su historia, y cuando enfrentan al América lo hacen de manera distinta. Aunque suene a lugar común, Tigres de ser un equipo del montón se convirtió en el nuevo rico, ese que quiere que todos lo vean, el que gasta, el que viaja en aviones privados, que paga sueldos millonarios y con una de las mejores aficiones del país.

Pero con eso no alcanza para pensar que este partido llegue a convertirse en clásico. Si bien el americanista recalcitrante sólo reconoce el partido contra Chivas como el más importante, no pueden negar que enfrentar a Pumas y ganarle títulos a Cruz Azul los alienta aún más, es por ello que para muchos, las Águilas juegan tres clásicos, y hasta ahí. Para que un partido pueda tener la jerarquía de clásico se deben tomar en cuenta la historia, los títulos, aficionados, que realmente sean mediáticos como lo son los cuatro grandes. Nos guste o no, finalmente son equipos que tienen arraigo en toda la República Mexicana, Tigres lo ha intentado, pero saben que eso les llevará más tiempo y cuando se retire Gignac tendrán que hacer algo sumamente relevante para que la gente hable de ellos.

El juego tiene un toque especial, ese que pondrá Miguel Herrera desde el banquillo, un técnico temperamental, pero amado por los americanistas, que no deben olvidar que fue el Piojo quien los colocó en el radar de nueva cuenta. Miguel le regresó la grandeza a las Águilas, no hay que ser de memoria corta. Hoy enfrenta al Tano Ortiz, quien con el paso de las semanas ha logrado que los de Coapa jueguen muy bien al futbol. América y Tigres generan morbo, pero los felinos no logran paralizar al país.

@JC_Zuniga

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