En México la historia se mide por sexenios. Nuestro relato nacional se construye a partir de los aciertos y los desaciertos de cada administración. Somos una nación personalista, por eso la importancia del presidente. En cada inicio de gobierno se depositan, en una persona, todas las esperanzas y los anhelos de una nación.

Es difícil, y puede ser erróneo, hacer un balance de los éxitos y fracasos de un sexenio cuando recién termina. El tiempo y la lejanía con el periodo histórico permiten juzgar con objetividad la herencia que se dejó. No es cosa menor, entonces, que el presidente Andrés Manuel López Obrador haya publicado su libro-memoria Gracias (Planeta, 2024) que es un recorrido por su trayectoria, sus resultados como funcionario público, dirigente social y su ideario político, pero sobretodo es una larga carta de despedida de la vida pública.

López Obrador entrega, a los historiadores, un texto que es punto de partida para analizar su paso en la vida política. La autocrítica que realiza está dirigida a los jóvenes a quienes entrega la estafeta para continuar con su programa y mantener vigente el movimiento político. Habla de su retiro de la vida pública que parece romper con la idea y los análisis que se refieren a un obradorato. Su respuesta es que se dedicará a escribir, no participará en eventos públicos y borrará sus redes sociales. Si esto es cierto, Claudia Sheinbaum y Morena tendrán la tarea gigantesca de institucionalizar al partido a través de reglas fuertes y un programa que no se sustente en la persona de AMLO.

Foto: Diego Simón Sánchez | El Universal
Foto: Diego Simón Sánchez | El Universal

El libro se convierte en una serie de recomendaciones a los jóvenes políticos a través de aforismos: “No obstante, nos ayudó la suerte, que en política, como he venido diciendo, siempre juega un papel importante”; “Para mí, ser de izquierda, además de tener amor al pueblo y ser honesto, implica luchar para transformar”; “Una enseñanza básica para los jóvenes que quieren hacer política de la buena, no politiquería para <<colarse>>, es que nunca deben de dejar de convivir con el pueblo ni de recoger sus sentimientos.”

López Obrador construye su yo histórico y social. Marca la pauta para entender cómo desea pasar a la historia. Al escribir(se) y describir(se) le habla a la historia, de la cual ha sido un apasionado lector y estudioso. Traza los momentos históricos de su trayectoria y los conjunta con el avance de la sociedad en México, centrándose en la lucha por la democracia, la justicia, la igualdad. Describe a sus adversarios y los deja como entes que siguen presentes y son una constante amenaza a los avances que él menciona, con ello deja claro que su retiro no implica el punto final a la historia, que ha construido a través de las quinientas cuarenta y ocho páginas, sino que existe la necesidad de darle continuidad y defender su herencia.

¿Cuál es la herencia de AMLO? Es pronto para hacer un balance de su gobierno. Hoy podemos destacar que desde que fue Jefe de Gobierno cambió la visión social que se tenía. Los programas sociales que consolidó fueron replicados por otros políticos, tanto que en la campaña sus adversarios no criticaron dicha acción y al no poder ir en contra ofrecieron continuar con su política social.

No hay duda que la historia política de los últimos treinta años ha estado marcada por la presencia de AMLO. El lugar histórico que ocupará se debe de dejar al tiempo, por lo pronto aquí quedan los adioses de López Obrador.

Hasta aquí Monstruos y Máscaras…

@jovanyhg

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