“En México muchas damas van con cada presidente, ostentándose influyentes, yo lo tengo muy presente (…), hay que lástima me dan esas damas de sexenio a que se dedicarán en el siguiente gobierno…”, las palabras citadas forman parte de la canción “Damas de sexenio” que Óscar Chávez grabó en su álbum Parodias políticas 5 en 1982, y vienen a cuenta por la reciente publicación del libro Feminismo silencioso. Reflexiones desde el yo, el nosotros, el aquí y el ahora (Planeta, 2024) de la Dra. Beatriz Gutiérrez Müller.
El ensayo profundiza, de manera erudita, en temas del presente y lo hace en diálogo con otros autores. No es un libro de memoria política. La autora hace un quiebre que genera una distancia entre el libro-chismógrafo y el ensayo pensado y meditado que tiene la intención de entregar al lector un mensaje abierto a la discusión, permanente, con temas de la actualidad.
Destaco el concepto de la otredad que está presente en la forma de ser y de pensar de la Dra. Beatriz, lo hace mediante la guía de la obra de Bajtin, lo que implica pensar en la polifonía de voces –la pluralidad- que componen nuestra sociedad y tienen el derecho a ser escuchadas. Aunque en ocasiones desde el silencio se dice más que con mil palabras o como escribe Jaime Sabines en su poema: “porque las mejores palabras de amor / están entre dos gentes que no se dicen nada.”
El feminismo silencioso es el que realizan todos los días las mujeres con su trabajo, sus acciones. La mayoría de ellas son constructoras de los derechos que les han sido reconocidos. No se asumen como feministas, pero su ejemplo y su trabajo son piedra angular en los cambios sustanciales que hemos tenidos como sociedad.
El silencio se vence con la palabra, por ello de manera bella Gutiérrez Müller la reconstruye y le da significado, nos las presenta y nos hace comprender el por qué la utilización de cada una de ellas. Cuando nos menciona la “transferencia” redefine el papel del yo, el cual no se transfiere, no es un mecanismo simbiótico a través del cual se adquieren cualidades del otro. El yo es la esencia de la persona, es una construcción permanente e independiente de los demás. Se parte de reconocer al otro, lo que es y piensa, solo así se respeta al propio yo. Cuando aprendemos a usar el silencio para escuchar al otro, comprenderlo y respetarlo es cuando el que “resiste” logra “seguir nutriendo su voz interior y comprender mejor de qué va la vida o tan solo el instante que transcurre.”
¿A qué se dedicarán las damas el siguiente gobierno? Dice la canción. Y desde una visión moderna y con conocimiento de la historia Beatriz Gutiérrez Müller decidió terminar con la tradición de la Primera Dama, algo anacrónico. “Yo no soy propiedad de mi esposo ni del Gobierno. Todas las mujeres somos libres de decidir por donde queremos, podemos o debemos andar. Eso es lo que nos permiten las leyes y lo que corresponde a una República democrática y de derecho en la que quiero vivir y que ha costado tanto edificar.” Con esta acción ha cambiado el paradigma del poder en México, la visión imperial y personalista. Esa iniciativa, nacida desde el silencio, profundiza la construcción de una República democrática.
Trazo solo parte de un ensayo bello e inteligente que invita a la comunidad lectora a pensar el feminismo, el poder y el lenguaje. Aquí los adioses de Beatriz Gutiérrez Müller.
Hasta aquí Monstruos y Máscaras…
Próxima entrega: Los adioses (2): Andrés Manuel López Obrador.