Sándor Márai, escritor húngaro, escribió: “Un hombre hace suyo un lugar no sólo con el pico y la pala, sino también con lo que piensa al picar y palear”, ¿qué piensa Javier Corral? Es un hombre que empezó su carrera como periodista, esa fue la primera trinchera desde donde defendió la libertad y le dio, a quienes no tienen voz, la palabra. Hizo suyo ese espacio para denunciar la impunidad, la corrupción, los abusos de poder; por ello no es extraño que como político sea perseguido y calumniado por quienes protegen y ambicionan perpetuar un régimen de corrupción e ilegalidad, por ello la andanada de ataques de los que ha sido parte en meses recientes, ataques que tienen como fin anular su voz y sus propuestas.

Lo conocí en Guadalajara durante la comida con la que se celebraba la apertura del Salón Literario Carlos Fuentes, compartimos mesa con Sergio Ramírez, Marisol Schulz. En esa ocasión intercambiamos opiniones respecto a lo que acontecía en América Latina, en especial en Nicaragua y la dictadura de Daniel Ortega; después cuestionamos el futuro del PAN y le vimos poca probabilidad de ganar en el 2024 por su alianza con el PRI y su pérdida de identidad. De la nada hablamos de libros, de manera entusiasta nos contó del proyecto para abrir su librería “Sándor Márai” en Chihuahua. Lo volví a encontrar en la misma FIL platicando con editores y editoriales.

La primera impresión es la que cuenta, y un político que lee y promueve la cultura es un hombre que tiene una proyección diferente de país. Corral es un tribuno que mí generación admira por su extraordinaria oratoria, por defender sus ideales y principios ante las imposiciones del partido, pero también porque asumió el papel de librero, llevando la cultura a su estado, descentralizándola y permitiendo que escritores fueran a su librería para presentar sus novelas. Corral entendió que su proyecto estaría perseguido por los censores cuando la inauguración estuvo marcada por la clausura, injusta, del establecimiento por parte del gobierno de Maru Campos. Como un hombre liberal asumió el reto y realizó el acto, en el que participó Enrique Serna, en una plaza pública.

¿Qué motiva la persecución política en su contra? Sus ideales. A los autoritarios siempre les molestará quienes luchan por la libertad. Quienes fomentan la cultura. Quienes en política impulsan transformaciones. Quienes defienden sus ideales y principios.

Javier Corral es un espécimen político extraño. Un hombre culto. Que sabe dialogar con los jóvenes y que reconoce y suma desde la pluralidad que existe en nuestra nación. Su currículum está construido a través de la rectitud que le ha permitido convertirse en un defensor de la legalidad. A muchos de los que hoy lo atacan y persiguen les incomoda la visión que él tiene de la ética y la corrupción. El plan anticorrupción, que encabezó y construyó con un amplio equipo de trabajo, es testimonio de la República que Corral propone y que tiene como eje desterrar la corrupción que ha corroído las estructuras de gobierno y ha imposibilitado que la nación se desarrolle.

Los próximos seis años, ya sea desde el Senado o desde encargo que Claudia Sheinbaum le dé, Corral jugará un papel central en el combate a la corrupción. Para bien de la nación es un político diferente que hará de la cultura y la libertad su herramienta principal para construir acuerdos y respetar la pluralidad que ha defendido desde la tribuna e impulsado desde su librería.

Hasta aquí Monstruos y Máscaras…

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