Escribo este artículo justo cuando se llevan a cabo los procesos electorales , y sin saber aún los resultados en Aguascalientes, Durango, Hidalgo, Oaxaca, Quintana Roo y Tamaulipas, debo señalar que hay aspectos positivos.
Uno de ellos es que Aguascalientes tendrá por primera vez una gobernadora, pues todos los partidos y coaliciones postularon mujeres, y tengo la certeza que esa mujer será Tere Jiménez .
Otro aspecto más es la implementación de un programa piloto de voto anticipado en esta entidad, para dar atención prioritaria a personas que, por discapacidad o enfermedad, no les sea posible acudir a las urnas, se lleve la boleta a su domicilio y pueda votar.
Sin embargo, preocupa ampliamente el desprecio por la ley y el atropello de la misma por parte del gobierno actual; los ataques al Instituto Nacional Electoral ( INE ); la intromisión de funcionarios del más alto nivel, y evidentemente, toda la narrativa y las voces que han manifestado la intervención del crimen organizado más insistente y abiertamente en este proceso electoral.
Testimonios van y vienen, unos con evidencias, otros más con argumentaciones, pero es innegable que el crimen organizado crece en su presencia territorial y en sus amenazas construyendo un gobierno paralelo en un sin número de municipios, por ello su intervención en los procesos electorales es más que creíble.
La guerra sucia está imparable, ataques por todos lados, confundiendo así al electorado para darle paso al abstencionismo.
Todo esto es una advertencia de lo que viene en 2024 . Lo más preocupante, sin duda, la descalificación a la autoridad electoral, la presunta intromisión del crimen organizado en zonas cada vez más amplías, y el desprecio absoluto por la legalidad de quienes más obligados están a cumplirla.
El 2024 será un proceso en donde se tendrán que revisar las alianzas, las coaliciones y las decisiones de cada grupo político, dado que la expectativa ciudadana es cada vez mayor, al igual que sus demandas.
Ya lo ha dicho Luis Carlos Ugalde, estás elecciones son la antesala a los comicios presidenciales de 2024 y el regreso de "la conquista hegemónica" que tuvo el PRI, pero con el peligro de que el " crimen organizado comience a movilizar votantes, como ya lo hemos visto parcialmente en algunas zonas del país, porque antes lo que hacía el crimen organizado era sobornar a políticos después de ganar, ahora se están convirtiendo en un activo durante las elecciones".
Ante ello y mirando hacia el 2024, el mejor antídoto para atajar las tentaciones autoritarias, las prácticas clientelares o la operación de grupos criminales, es una amplia participación ciudadana.
Solo la participación ciudadanía evitará, que entonces sí, haya fraudes electorales. Son las y los ciudadanos los que tienen la última palabra a través de su voto. Salir a votar es un derecho, pero también una obligación, es la oportunidad de que las demandas sean escuchadas.
Somos las y los ciudadanos los que podemos cambiar el rumbo de nuestro país, los que podemos cerrarle el paso a quienes de manera ilegal se quieren apoderar de nuestros territorios, de nuestros gobiernos, pero sobre todo, de nuestra democracia.
Ha llegado la hora de hacer un frente ciudadano rumbo al 2024, un frente que tenga como único objetivo México, para así detener su destrucción, hacer valer el Estado de derecho, y también, para que los abrazos dejen de consentir al crimen organizado que se apodera de territorios y amenaza a miles de familias.
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