Josefina Vázquez Mota

Resistir es el verbo

21/03/2022 |03:38
Redacción El Universal
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Resisten las y los periodistas que ejercen su libertad de expresión, que disienten, denuncian, proponen y cuestionan al gobierno en turno; resisten los organismos autónomos que han logrado sobrevivir a una ola de destrucción aplastante.

Resiste el INE; resisten sus consejeras y consejeros, particularmente Lorenzo Córdova y Ciro Murayama; resisten las y los ministros de la Corte que no han aceptado la sumisión oprobiosa frente al poder.

Resiste la Constitución el propósito cotidiano de violarla a través de decretos, caprichos e imposiciones que se encuentran totalmente fuera de la legalidad.

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Resiste el CIDE; resisten los científicos perseguidos; resisten becados en el extranjero que sin decir agua va se les quitaron sus apoyos.

Resiste el personal de salud que sin medicamentos suficientes realizan tareas heroicas intentando salvar vidas; resisten miles de pacientes en espera de cirugías y tratamientos médicos.

Resisten millones de niñas y niños sin vacunas para enfrentar la pandemia y evitar enfermar y morir; resisten quienes perdieron el seguro popular y no encuentran en el Insabi respuesta alguna.

Resisten quienes llevan meses sin empleo y sin un ingreso en su bolsa; resisten proveedores que siguen esperando sus pagos por un servicio prestado en alguna dependencia gubernamental, y cuyos esfuerzos para cobrar rayan en lo humillante; resiste la clase media menospreciada, señalada como el enemigo.

Resisten las y los aspiracionistas cuyo único propósito es superarse con esfuerzo y trabajo honesto; resisten miles de micro, pequeñas y medianas empresas que enfrentan incertidumbre, cambios en las reglas del juego y son catalogadas para no recibir incentivos ni apoyos mínimos; resiste el sector agrícola y ganadero; resisten los usuarios de un aeropuerto totalmente

rebasado.

Resisten los transportistas el robo de sus unidades y mercancías; resisten las cadenas de producción el desabasto de componentes y el bloqueo de trenes y carreteras; resisten empresas la incertidumbre de si se van a respetar o no sus contratos.

Resisten quienes son clientes frecuentes de ataques, calumnias, descalificaciones y acusaciones múltiples desde el patíbulo mañanero.

Resisten quienes han sido señalados como enemigos a muerte, y a diario se les echa la caballada completa para destruirlos y quitarlos del camino; resisten aquellas y aquellos que no han sido nombrados como "corcholatas", y por tanto, pasaron a lista de enemigos.

Resiste José Manuel del Río encarcelado sin evidencias; lo mismo que resisten mujeres y hombres que por razones políticas han perdido su libertad; resisten ellas, ellos y sus familias.

Resisten quienes son extorsionados a diario por un crimen organizado imparable y con un poder creciente; resisten la orfandad quienes han perdido a sus padres a consecuencia del Covid-19, o bien, por el crimen organizado.

Resisten los colectivos de búsqueda de desaparecidos que terminan siendo victimarios y no víctimas; resisten miles de mujeres la violencia intrafamiliar que convierte hogares en infiernos.

Resisten millones de niñas, niños y adolescentes el crimen de violencia sexual en las mismas cuatro paredes que viven sus victimarios; resisten las niñas que son casadas a cambio de unos cuantos pesos.

No resistieron

Los que ya no resistieron son las y los periodistas silenciados por las balas; no resistieron mujeres y niños con cáncer que teniendo derecho a vivir perdieron la vida porque sus medicamentos y tratamientos nunca llegaron.

No resistieron los habitantes de pueblos fantasmas la crueldad y los gobiernos de sangre que ha impuesto el crimen organizado; no resistieron las 122 víctimas de feminicidios tan solo en el primer bimestre del año; no resistieron quienes perdieron la vida a balazos por criminales que reciben abrazos.

No resistieron las niñas, niños y madres trabajadoras pérdidas como escuelas de tiempo completo y estancias infantiles; no resistieron al menos 30 mil niñas, niños y adolescentes cooptados con absoluta impunidad por el crimen organizado.

No resistieron las y los emprendedores que sin un programa de apoyo emergente vieron la destrucción de su patrimonio.

Resistir para defender las libertades exige valor y coraje. Pero la resistencia también provoca dolor y pérdida evitables. En esta polarización las pérdidas se multiplican y las oportunidades se minimizan, especialmente para quiénes más las necesitan.

Senadora de la República