La iniciativa de reforma electoral presentada por el gobierno federal tiene como propósito destruir la democracia en nuestro país, desmantelar el sistema electoral y apoderarse de los organismos electorales para así perpetuarse en el poder.
Es clara la intención de abonar a una narrativa electoral de cara al 2024, y de ser un elemento distractor de los grandes problemas nacionales como la inseguridad, la pérdida y estancamiento de inversiones, por mencionar algunos.
Me parece de la mayor preocupación que se ponga en riesgo nuestro sistema democrático al tratar de eliminar la capacidad y autonomía del Instituto Nacional Electoral (INE).
Las acusaciones y ataques al INE no se sostienen, pues desde la creación del IFE, como organismo constitucional autónomo, la oposición ha derrotado al partido que en ese momento está en el poder, tal y como ha ocurrido en elecciones presidenciales (Fox, Peña, Obrador), y en la mayoría de las gubernaturas. La transición y la pluralidad se han convertido en una realidad.
La iniciativa no coincide con el supuesto objetivo de fortalecer la democracia y a los órganos electorales, cuando se pretende sustituir al INE por un nuevo instituto que no contaría con una estructura territorial integrada por personal profesional y con amplia experiencia, como ocurre en la actualidad.
Es un error que se proponga eliminar a los órganos distritales permanentes, y más aún, que la construcción, manejo y cuidado del padrón electoral quede a cargo de otro ente, y no del Instituto electoral.
Además de que el método de elección para las 60 candidaturas que formarán parte del Consejo General del INEC y de las magistraturas del TEPJF, es cuestionable, pues 20 de ellas serían propuestas por el Presidente, 20 por el Congreso federal, y 20 por la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN), para que posteriormente compitan por el voto de la ciudadanía. El escenario probable es que la mayoría de las candidaturas sean afines al régimen gobernante.
Se avecinan tempestades más fuertes en contra del INE y de nuestra democracia. Son tiempos de definiciones y defensa de las instituciones.
Senadora de la República
