En la funeraria en la que trabajo se han incrementado los servicios en más de un 300%, esto ha llevado a mi patrón a contratar cinco trabajadores más, para dar los servicios funerarios, en especial, la cremación.

Este servicio consta de ir por el cuerpo al hospital y llevarlo a la sala donde se incinera, describe Roberto. Con más de 15 años trabajando en funerarias, dice que por tratarse de una emergencia sanitaria ha cambiado la forma de disponer de los cadáveres.

“Para ir por el cuerpo nos vestimos como si fuéramos astronauta, traje blanco de látex, gafas, guantes, cubre bocas y botas. No sabemos si esto sea la mayor seguridad para nosotros, pero lo hacemos por el bien de nuestras familias, y porque no podemos quedarnos sin empleo”, narra.

Sostiene que diariamente recogen envueltos en dos bolsas negras los cuerpos que les entregan en los hospitales, “nos lo llevamos a la funeraria en el vehículo de la empresa”. Ahí, platica, sus familiares lo reconocen: “les colocamos a los cuerpos indicaciones muy claras porque no se pueden tocar ni besar, después se trasladan rápido al horno para su cremación”.

Roberto comenta que cada día que pasan les entregan más cuerpos en los nosocomios. Desconoce si sea porque están acumulados o se trate de nuevos difuntos, “realmente es preocupante”, expresa.

Añade que las medidas dispuestas por la empresa en la que labora, prohíbe los oficios solemnes que tradicionalmente se realizan; así como el sepelio o entierro para cualquier cadáver, incluidos aquellos que en su acta de defunción especifica que no murieron a causa del Covid-19.

“La incineración de un cuerpo podría alcanzar las tres horas. Solamente un aproximado de ocho cuerpos pueden cremarse en 24 horas. Tenemos sobre demanda de servicios. Podemos asegurar que tenemos cubierta una semana”, explica.

Don Roberto refiere que hasta ahora solo les han llegado 18 cadáveres por muerte a causa de coronavirus, y que lo sabe, porque en su acta de defunción señala que fue a causa de la pandemia. Sin embargo, agrega que es impresionante que casi un 80% de los fallecidos, según sus papales, fenecieron de problemas respiratorios como neumonía, “creo que esto no se puede saber porque no están haciéndose las autopsias a los muertos”.

“Están muriendo muchas personas, es una realidad. No solo nosotros como funeraria estamos llenos, muchas funerarias están igual. Sé que realmente no todos los muertos son a causa del coronavirus, pero puedo decir que se están triplicando las muertes por problemas de salud respiratoria”, lamenta.

Queda claro que las funerarias tienen “otros datos”, y que mientras sigamos sin pruebas suficientes, habrán más preguntas que respuestas.

Senadora de la República por el Partido Acción Nacional

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