Los sismos del 19 de septiembre han tomado un lugar importante en la memoria de las y los mexicanos: especialmente de aquellos que perdieron algún familiar. Estas fechas separadas por 32 años, forman parte de nuestra historia como individuos y como país, pues además de las lamentables pérdidas humanas, nos enseñaron el carácter de la sociedad que compartimos: su solidaridad, su empatía, el trabajo y entrega a otros. A unos días de estas tristes conmemoraciones dedico estas líneas a las familias y amigos que perdieron un ser querido.
A manera de contexto se considera oportuno recordar que, el sismo de 2017 fue uno de los sismos más devastadores en el país, afectando principalmente los estados de Morelos, Puebla y Ciudad de México. En una muestra de solidaridad, cientos de voluntarios y brigadistas trabajaron incansablemente en la búsqueda y rescate de las personas atrapadas bajo los escombros, al tiempo que se compartía la información personal de los desaparecidos. En esta tesitura, ¿se sabe cuál es el papel y la importancia que juegan los datos personales en catástrofes naturales como los sismos?
Debemos advertir que, como una respuesta inmediata a sismos y demás desastres naturales, se hace necesaria la recopilación y el uso de datos personales en las labores de identificación y rescate. Entre las actividades en las que los datos personales contribuyen en caso de sismos se encuentra la localización y reconocimiento de víctimas en la que información personal como el nombre, descripción física y última ubicación geográfica, resultan fundamentales; el registro de personas desaparecidas, la identificación en refugios temporales y la atención médica en donde las condiciones de salud preexistentes, alergias y otras necesidades especiales, son de vital importancia para salvar vidas.
Así mismo, en aquellos casos en los que lamentablemente existan pérdidas humanas, los datos personales como lo son las huellas dactilares, los registros dentales, el ADN y algunas señas físicas como tatuajes o cicatrices, constituyen una vinculación fidedigna para la comparación e identificación de la víctima.
De tal forma, es importante destacar que la recopilación y el uso de datos personales en el contexto de catástrofes naturales deben llevarse a cabo de manera ética y en cumplimiento con las leyes de protección de datos aplicables. Por ende, para garantizar la seguridad de nuestra información personal y la capacidad de recuperación ante la posibilidad de un desastre natural es conveniente que se tomen ciertas medidas preventivas como generar copias de seguridad con regularidad, apoyándonos incluso con almacenamiento en la nube; el inventario y guarda en un lugar seguro de la documentación de manera física y en su caso, digitalizada; el uso de baterías de respaldo, la elaboración de una lista de contactos de emergencia y la configuración de nuestros dispositivos móviles para enviar alertas a nuestras personas de confianza.
Así, la protección de datos personales constituye una herramienta primordial para la gestión de la respuesta ante las crisis y catástrofes naturales, a fin de guiar las acciones sociales en los tiempos de urgencia y facilitar que, cualquier persona en lo individual, pueda hacer frente y minimizar las afectaciones de dichos cataclismos, en los cuales, el debido tratamiento de dicha información puede salvar vidas.
@JosefinaRomanV