Sin lugar a duda, las niñas, niños y adolescentes son el futuro de la humanidad, de ahí los numerosos esfuerzos que se han hecho tanto a nivel internacional como en el País para garantizar sus derechos y su bienestar. Nuestra Constitución dispone que en todas sus decisiones y actuaciones el Estado velará y cumplirá con el principio del interés superior de la niñez; además de satisfacer sus necesidades de alimentación, salud, educación y sano esparcimiento para su desarrollo integral, debe garantizar el derecho a su privacidad y la protección de sus datos personales.
En la actualidad, las plataformas y aplicaciones tecnológicas se han convertido en los medios a través de los cuales desarrollamos nuestras actividades diarias, más aún a consecuencia de la pandemia por el COVID19, que ha impuesto un confinamiento que obliga al trabajo, educación, compras, entretenimiento, etc., por la vía digital. Desafortunadamente, el uso de estas Tecnologías de la Información y la Comunicación (TICs) implica un mayor peligro para la privacidad y el tratamiento de los datos personales, cuanto más si se trata de menores de edad, que naturalmente son más vulnerables.
Desde antes del virus SARS-CoV2 ya pasaban horas frente a la computadora, en las redes sociales o en una consola de videojuegos; hoy, además, se ven obligados a realizar sus actividades escolares en línea, perdiendo meses de convivencia y juegos con otros niños, tan necesarios para el desarrollo humano. Nuestros pequeños están en peligro, ayer, la casa constituía una barrera de protección, hoy en día el internet y las TICs son la entrada para todo tipo de amenazas; regularmente se ven expuestos a contenidos inapropiados y no deseados, como imágenes y videos sexuales y violentos; se conectan a sitios web que promueven conductas poco saludables o peligrosas, como los retos o “challengers”, fácilmente pueden entablar comunicación con personas que los buscan con fines sexuales y que atentan contra su intimidad; sin dejar de lado que al abrir archivos enviados por correos electrónico pueden ser víctimas de “fishing” permitiendo el acceso ilícito o fraudulento a todos sus datos personales; pero además, los menores pueden incurrir, ellos mismos, en conductas lastimosas y denigrantes para otros niños al elaborar y publicar material de contenido sexual, “sexting” o donde estén siendo ridiculizados e incluso violentados “bullying”.
Es imposible parar esta revolución digital, sabemos que la conectividad llegó para quedarse, por ello, es necesario promover una cultura de privacidad y protección de datos personales entre niñas, niños y adolescentes; que garantice la tutela de estos derechos en un entorno digital, con políticas y acciones específicas para evitar los daños en línea.
El INAI ha realizado acciones concretas; como la creación del Micrositio ¡CLIC!, diseñado específicamente para que niñas, niños y adolescentes aprendan sobre sus derechos de acceso a la información y protección de datos personales, con enlaces a cuentos, videos y, en general, diversas herramientas informáticas y aplicaciones, así como material didáctico para aprender jugando; además, ha puesto en marcha, junto con Canal Once y Plaza Sésamo, el proyecto Monstruos en red, que pretende enseñar a los niños mexicanos a navegar seguros por internet.