Con los nativos digitales, la protección de los datos personales se ha convertido en una prioridad que trasciende generaciones. Nuestras infancias, inmersas desde temprana edad en el entorno digital, enfrentan riesgos únicos relacionados con la privacidad.
Así, iniciativas como el Pleno Niñas y Niños, organizado por el Instituto Nacional de Transparencia, Acceso a la Información y Protección de Datos Personales (INAI), son mucho más que un ejercicio educativo; son un pilar fundamental para construir una sociedad más informada y consciente sobre este derecho fundamental.
El Pleno Niñas y Niños es un espacio diseñado para que los más pequeños participen activamente en debates sobre la protección de datos personales y la privacidad. A través de los videos que las y los participantes enviaron, se busca sensibilizar a la niñez sobre la importancia de resguardar su información personal, especialmente en un entorno digital donde cada interacción deja una huella.
Infancias informadas en temas de privacidad tienen el potencial de influir positivamente en sus familias, generando un efecto multiplicador. Padres, madres y cuidadores, al escuchar a sus hijos hablar sobre la importancia de proteger su información personal, también son sensibilizados y comienzan a prestar mayor atención a estas prácticas en sus propios entornos.
Desde luego, la promoción de una cultura de protección de datos desde las infancias tiene un impacto directo en la construcción de una ciudadanía más consciente. Los niños y niñas que entienden el valor de la privacidad y los riesgos asociados a la exposición de información personal crecerán como adultos más preparados para enfrentar los desafíos del mundo digital.
El Pleno Niñas y Niños 2024, es una semilla para el cambio cultural que necesitamos como sociedad. La educación en privacidad desde las infancias no solo protege a los menores de los riesgos inmediatos, sino que también les da herramientas para convertirse en agentes de cambio en el futuro.
En una época en la que los datos son el recurso más valioso, educar a las niñas y niños sobre cómo proteger su información personal es una inversión en el desarrollo de una ciudadanía más fuerte y consciente.
Como sociedad, debemos respaldar estas iniciativas, exigiendo que permanezcan y evolucionen, independientemente de los cambios institucionales. Después de todo, construir una cultura de protección de datos desde las infancias es construir un futuro más seguro para todos.