Regresando al viejo (pero efectivo) sistema de promoción de los discos de vinil y CD físicos: entregarlos en mano al destinario y esperar la crítica o reseña, los satelucos estrenan nuevo disco en vinil y CD físico: Animanecia (el sexto en los 20 años que llevan).
De la independencia, los músicos saltaron a una curiosa alianza con Fonarte Latino e Intolerancia, con el mejor disco de su carrera hasta ahora, producido por Gerry Rosado.
El cuarteto: Vicente Jáuregui (guitarras), Juan Morales (bajo) y Chepo Valdez (batería) encabezado por Pascual Reyes (voz) ha dejado a un lado miembros pasados y los simples links de la red en los que poco reparan, centrándose en plataformas como Spotify o YouTube, que les dan más plus, que las volátiles menciones en un cada vez más amañado Facebook o Instagram, que no les ofrece la alternativa a su rock dark guapachoso, alternativo, ácido con folk y varios destellos románticos.
Con una temática de tintes melancólicos, nunca han dejado de ser fieles, no sólo a un esmerado sonido, sino a la progresión de ésta en canciones de amargura y desamor desesperado.
Es innegable su sentido de las armonías, que se enlazan con buenas letras, de esas que masajean voluntades y espíritu.
Ahora mismo, San Pascualito se enfrenta, como otras tantas bandas, a la disyuntiva de las actuaciones en directo por la aparentemente “domada” pandemia del coronavirus.
Esto ha provocado un serio problema para los acostumbrados al frenesí de los directos que, como experimento, han llegado al “rock de carro”, donde sufren como los buenos, los que quieren estar en el escenario a cualquier precio, incluso el manchado.
Si de por sí es una tortura ir a lugares grandes para acabar viendo las grandes pantallas, si no se tiene un lugar privilegiado, hay que imaginar el doble sufrimiento de padecer los conciertos dentro del auto.
Lo más triste es que grupos como San Pascualito, que todavía tienen mucho que mostrar, están pasando por un momento crítico y lo peor: con pocos espacios alternativos de streaming. De modo que no hay de otra, sino la búsqueda de nuevas fórmulas de presencia escénica para que se complementen con canciones de alto calibre como las de este Animanencia que merecen, por decir lo mínimo, un concierto en DVD.
En cuanto al arte del disco de pureza transparente, éste viene acompañado de un maxi booklet diseñado por Harbin Harrison con retratos y fotos de Miguel Ángel Hernández Barba y Juan Morales. Por este disco sí hay que meter las manos al fuego.
