Sorpresas da la vida friki: los tres rockumentales de la francotiradora documentalista Penelope Spheeris, que bajo el genérico membrete de The Decline of Western Civilization (Punk, los años del metal y una recapitulación del memento) dan testimonio de lo que pocos estudiosos del rock podían presumir en su tiempo (los 80): tener ese material en VHS.
Los rockus ahora están disponibles con otras variaciones del rock en Desobediencia Distro, sin duda la mejor alternativa para ver ese otro cine que, por lo general, no es programado aquí en la pantalla grande, y menos en estos pandémicos tiempos.
La trilogía aborda en su primera parte (1979-1980) la escabrosa escena punkera de Los Ángeles, California, con espécimenes clave como Black Flag, Circle Jerks, X (producidos luego por el tecladista de The Doors, Ray Manzarek), The Germs… para luego meterse con el metal; básicamente el hard y el glam-metal y finalmente, en una tercera entrega, mostrar otras aristas en el tiempo de la vida loca punk.
Hay algunos conciertos representativos y declaraciones punzantes de santones del heavy, que en más de una ocasión han regresado del infierno del negocio como Aerosmith, Motörhead, Ozzy Osbourne, W.A.S.P., Megadeth, la eterna bruja: Alice Cooper, más unos aferrados Kiss, que perseveraron hasta llegar a nuestros días como grandes monstruos del rock-bizz.
Sexo, drogas, moda y rock and roll; rímel, el spandex, poses, melenas alborotadas y estilizadas en busca de contratos discográficos y un lugar en las enciclopedias del género mucho antes del Internet. Las imágenes son a veces un tanto confusas, violentas y desgarradoras, y responden a una especie de filmación amateur hecha con lo que había entonces en una escena que excitaba y a la vez daba miedo. La Spheeris, perseguiría luego al indescriptible Ozzy en el Ozzfest Tour de 1999, retratando de paso a Black Sabath, Primus, Slayer y Rob Zombie.
Tanto rock and roll registrado para la historia parece que acabó fastidiando a la directora, que enfocó luego sus baterías hacia el fenómeno ovni, sección abducciones en el UFO Abductions a Global Phenomenon, un documental de 144 minutos y el mediometraje Visitantes de lo desconocido.
En 2003 Spheeris tuvo tiempo para escarbar en el célebre caso Enron. Sin embargo, su temprano ímpetu rockero de investigación queda reflejado en las tres partes de The Decline. Una de sus películas más celebradas en torno al rock bobalicón, Waynes World (1992) con Mike Myers, es aún muy celebrada y llegó a ser en su momento número uno de la taquilla estadounidense.