Aunque la mayoría vive en el olvido, hay algunos grupos de rock nacional que, por medios propios, han resucitado en algunos formatos digitales alternativos como las réplicas, el mini LP y las copias de CD; mientras otros, arriesgándose más, sacan tirajes limitados de vinilos en color que venden de mano en mano. Muchos de estos discos se consiguen con quienes los manufacturan o los distribuyen en el tianguis del Chopo, donde los precios varían según el puesto o el vendedor.
Muchos de estos vendedores lo hacen, como diría Frank Zappa: solamente por el dinero, en tanto que los menos de ellos lo hacen para engrosar su colección particular. Mientras los primeros pasan como analfabetas funcionales, los segundos, aparte de conocer estilos, escuelas y grupos, son una especie rara de gurús y guías que, antes de irse nada más con la finta de lo meramente monetario, le dan un servicio a la comunidad rockera, lo que les da un cierto estatus y confiabilidad.
Las cambiantes y muy desinformadas redes, donde se llega a ofrecer un mismo disco en sus diferentes formatos, con y sin bonus, y variaciones fuera de lugar de discos supuestamente míticos, contribuyen a despistar más al ya de por sí desorientado comprador. Por eso hay que irse con los pies de plomo en la cambiante jungla de vinilo y derivados.
No es lo mismo comprar un vinilo original, una reedición, una versión de mini LP o hasta un casete de un grupo. Según el estruendo, será la descarga de contante y sonante. Pero no hay que alarmarse, hay ejemplares desde 20 pesos, en esmeradas copias, hasta los 50 mil, si se trata de primeras ediciones. Esto aplica para rock and roll, rock urbano, punk, variaciones de metal; progresivo, experimental, alternativo; remembranzas de Avándaro, pop, gótico, electrónico y muchas etiquetaciones más.
¿Dónde están algunos de estos ahora? En sus correspondientes rescates como Carlos Matta y Nuevo México (¡Quiero rock!), La Caja de Pandora (Independiente, 1982), Rock a la medianoche (La Cruz, Independiente, 1986), Mamá-Z (Homónimo y Esa viscosa manera de pegarme las ganas), Lo mejor del rock nacional Vol. 1 (Cobra), Abran esa puerta (Banda Bostik, 1987), Flught (1982), MCC (1980-1984), The High Fidelity Orchestra, El Tarro de Mostaza, Los Monjes en el Politécnico (Tres versiones diferentes y próximamente edición en vinilo de color, con bonus), Casi todo Jaime López y parece que muy pronto Las Inéditas de Rockdrigo, dependiendo del permiso de la hermana.
También están disponibles en mini LP: Delirium (Smogless Records), dos álbumes de Loch Ness; varios de Arturo Meza, de quien se anuncia también y en breve un libro; Nazca, Transmetal, Luzbel, Espécimen, Nopal Beat, Silverio y una gran cantidad de reciclados casi imposibles (posibles con unos cuantos pesos).
