Los fanáticos del líder de los Mothers of Invention y declarado en vida peleador de los derechos discográficos, Frank Zappa, celebran lo bien organizado que era el guitarrista, compositor y cantante muerto por el cáncer de próstata, que dejó entre muchos discos magistrales, un legado insuperable.

Y de entre éstos, el Hot rats, que está cumpliendo su 50 aniversario de adelanto en el terreno musical, sigue siendo una maravilla.

Como siempre pasa en estos casos de excentricidad musical fulgurante, las Ratas calientes están ya disponibles en varias modalidades: un vinilo color fiusha, un libro en el que se explica el innovador trabajo en el estudio de las sesiones de grabación de los seis discos compactos del Hot rats y el último concierto de los originales miembros de los Mothers el 10 de agosto de 1969, en Cleveland.

También hay por ahí un documental del más aclamado trabajo comercial de Zappa.

Los precios del boxed de compactos se acercan a los 3 mil pesos, mientras que con el disco y los otros objetos sonoros y
de memorabilia, varía la denominación en dólares y pesos mexicanos.

En círculos exclusivos se maneja la versión de que se está trabajando en una traducción del libro (The hot rats book), firmado por Bill Gubbins y Ameth Zappa, mientras los del bando bucanero se frotan las manos con la versión nacional austera de los CD lanzada por Mondradori Records.

Mientras, el vinilo original de 1969 (segundo álbum solista de Zappa), trabajado en una consola de 16 tracks, alcanza precios exorbitantes dentro del mundo del coleccionismo, donde México no es la excepción.

Musicalmente, los seis compactos son una verdadera sorpresa en cuanto a ideas avant garde, modificaciones al doo wop y pulsaciones avanzadas para su tiempo en cuanto
a rock progresivo, jazz y psicodelia.

Zappa y Hot rats no es la excepción, siempre tuvo control sobre sus grabaciones a través de muchos de los sellos alternativos que inventó para darle batalla a las disqueras
establecidas.

Una de ellas Warner Music, hoy manejada por inexpertos que no saben nada del catálogo e influencers balines, que ni siquiera; bueno, ni como negocio, se atrevieron a sacar la edición nacional, porque no saben ni quién diablos es Zappa.

Con tan sólo seis canciones de minutos inusuales para un tema: nueve o más y llevando al frente el perdurable e identificable “Peaches in regalia”, mostró un lado agradablemente retorcido y muy frikeante de canciones con un jazz altamente mutante y de superfusión, donde los trucos de estudio resultaron muy innovadores, como las instrumentaciones de avanzada y manipulación de tiempos en las cintas y collages resultantes.

Si nunca han oído a Frank Zappa, este es el momento de adentrase a su genio que dio en su momento álbumes seminales del rock (aunque a él no le gustaba la etiquetación) como Freak out, We’ re only for the money (memorable parodia al Sargent Pimienta beatle) y Lumpy gravy.

Bajita la mano, tiene más de 100 álbumes.

pepenavar60@gmail.com

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