Algunas ya llegaron a las plataformas, otras ya no tardan. El caso es que con muy poco, sobre todo, para los que les gusta el cine, los fans tendrán que conformarse sólo con lo que vale la pena. Esta vez, ni los spoilers funcionan a manera de alerta, por lo que queda eso que reza: véalas bajo su propio riesgo. Desde luego que no todo hay que verlo bajo la lupa, habrá cosas buenas, malas o peores. Así es que ya saben.
Comenzamos con la serie “The madness”, de Sthepen Beiber, en donde un experto en medios (el fortachón, Colman Domingo) se ve mezclado, sin quererlo, en un extraño asesinato que ocurre en los Montes Poconos, en Pensilvania. El tipo que se la pasa lamentándose de su mala suerte y llorando a la menor provocación se las verá negras con unos ideales perdidos que trata de recuperar y con su familia de frenéticos en un thriller de conspiraciones, donde todo parece no ser lo que en realidad es en este complejo drama paranoico. Política y lógica no tienen sentido en una trama en donde nadie le avienta la toalla al héroe para que ya termine su suplicio e infortunio psicológico. Al quinto episodio muchos se van a preparar un sándwich, sin poner en pausa la tele, para que se pasen los ocho capítulos de tediosa tortura.
Keifer Sutherland, el viejo Jack Bawer, de “24”, regresa con un nuevo personaje (John Wier) más socarrón y correoso en un drama conspiranoico y demencial de espionaje en donde, ya se sabe, el bueno es acusado de un asesinato que, por supuesto, no cometió. Hay un poco de mala leche en la serie, incoherencia y uno que otro buen zarpazo inesperado; amablemente se deja ver con un buen reparto, pero no hay que esperar la eucaristía.
“El regreso del Rey: Declive y resurgimiento de Elvis Presley”, documental de Jason Hehir, en el que alguien se metió a los archivos secretos de su majestad y de su manager y acérrimo enemigo, el ventajoso coronel Tom Parker, que lo esquilmo hasta donde el de Tupelo se dejó. Sobre lo ya muy conocido de Elvis, algunos meten su cuchara, como su hija Priscilla, Bill Corgan, Baz Lurhmann, Bruce Springsteen, Connan O’Brien y otros vierten sus opiniones sobre el amo del rock.
En ese sentido, también es muy recomendable el “KISStory”, sobre la banda neoyorquina más famosa del planeta, contada bajo la perspectiva de sus dos miembros fundadores, Paul Stanley y Gene Simmons, después de silenciar las voces de sus otros dos compinches (Ace Frehley y Peter Criss), que empinaban el codo más de la cuenta, que no se levantaban temprano a trabajar y que por eso fueron dados de baja. Cinco décadas de la banda y amagues por regresar de una gran máquina de hacer dinero… que hará más.
También hay que prestarle atención a la mini-serie de tres partes, “Pongamos que hablo de Mecano”, con su ascenso y retirada de los escenarios cuando estaban en su mejor momento y el famoso año de Mecano, algo que ni los Caifanes supieron entender con una gira hispana a la que nadie los llamó, con entradas francamente lamentables en sentido literal. Por eso ningún miembro habla de eso y prefieren pelearse como verduleras, tras bambalinas. Bien les dijo el director de BMG (José María Cámara) en ese año: “Les dije que no vinieran, este es el año de Mecano”. ¡Recórcholis!