Netflix, la plataforma más tramposa del streaming, acostumbrada a dar, la mayoría de las veces, gato por liebre a precios poco razonables y excesivos, juega al engaño de su público cautivo con unas listas de estrenos semanales que son, la mayoría, un timo. ¿Cómo puede ser que el culebrón colombiano de “Yo soy Betty la fea”, de 1999, hace unos meses ocupó el puesto número uno de estrenos semanales (por citar tan solo un ejemplo flagrante de tomarle el pelo al respetable)?
Los programadores de películas, series y documentales de la plataforma difícilmente distinguen entre cantidad y calidad y, para no complicarse la vida, se van por el montón en cuestión de películas sin grandes expectativas, a ver si alguna pega, como por ejemplo el thriller-drama argentino “Pipa”.
En donde les va mejor a los argentinos es en los documentales. Ahí están los ejemplos de “Nisman, el fiscal, la presidenta y el espía” (un intrincado y espinoso caso de asesinato político de alto revuelo) o “El fotógrafo y el cartero: el crimen de cabezas”, que sacudió al país. En cuanto a la familia, los niños, el amor y los tópicos del cine familiar, cualquier cosa es buena.
Los temas policíacos de crímenes verdaderos por lo general no decepcionan para propios y extraños (ahí están los ejemplos del Unabomber, John Wayne Gacy, El Destripador de Yorkshire y Ted Bundy, que pide a gritos un merecido descanso), así como los grandes enigmas que, por lo general, siempre son una especie de as bajo la manga como “El misterio de Marilyn Monroe”.
También los rockumentales testimoniales como el Woodstock 99 han sido bien recibidos al lado de los mentirosos y tramposos como “Rompan todo”, que sólo se lo cree Gustavo Santaolalla. Bueno, hasta Andy Warhol ha batallado con sus diarios, pero no así “The Tinder Swindler”.
Hay temas esperados que tendrán su estreno este mes como “El Caso Cassez-Vallarta”, una novela criminal sobre supuestos secuestros y montajes mediáticos, mientras la nueva temporada de “Narcos México”, no tiene para cuando; lo mismo el estreno de “JFK Caso Revisitado”, de Oliver Stone, con base en nuevos documentos liberados, con el que la plataforma especulará hasta noviembre, que se cumple el aniversario No. 59 del magnicidio.
La acción y el horror también tienen sus bemoles y lamentaciones. Actores del calibre de Jamie Foxx también tienen que comer, por eso hacen horrores (literales) como “Turno de día”, una verdadera y lamentable aburrición de actuación en una historia incoherente, muy pasada de colmillos y excesos de efectos.
En cuanto a series como “La casa de papel”, ya cumplieron, y aún así se les inventan añadidos e historias alternas que ya no muestran un ápice de originalidad.
Horrible panorama sin sorpresas, por el que se paga más de la cuenta. Y nadie hace nada, como dice el venerable Jaime Maussan.