No hay vuelta de hoja. La mejor miniserie documental real sobre el narcotráfico mexicano y el asesinato del agente de la DEA , Enrique “Kiki” Camarena se llama The last narc. Se trata de una investigación de más de 14 años del especialista Tiller Russell (responsable también de El acosador nocturno, sobre las andanzas criminales de Richard Ramírez y el documental sobre la corrupción policíaca de la comisaria neoyorkina 75) que se puede seguir apasionadamente en sus cuatro capítulos, disponibles en la plataforma de Amazon Prime y cuyo principal protagonista y relator es el exagente de la DEA, Héctor Bellerez.
Luego de haber sido prohibido, el documental (censurado por la CIA) relata el mundo de los infiltrados del narcotráfico, donde Camarena pagó su osadía. Ya, antes, los libros de J. Jesús Esquivel (La DEA en México y La CIA, Camarena y Caro Quinero), habían explorado el lado obscuro del narco mexicano, en donde confluían poderosos criminales, políticos en turno, tanto mexicanos como estadounidenses, y cuerpos policíacos asociados con lo más preciado, aparte de polvos y hierbas prohibidas: el dinero.
El semanario Proceso también había documentado ese aspecto, dándole también cuerda al asesinato de Kiki Camarena, con entrevistas punzantes y revelaciones de Bellerez. Sin embargo, los cuatro capítulos de The last narc ofrecen ahora escalofriantes revelaciones de exinfiltrados detrás del secuestro, tortura y asesinato de Camarena, con entrevistas impensables nunca antes vistas. Y el trasfondo de la llamada Operación leyenda, encargada a Bellerez.
Tres exagentes policíacos mexicanos: Ramón Lira, Sergio López y Jorge Godoy, que terminaron como guardaespaldas y choferes de Ernesto Fonseca, Don Neto; cuentan lo que vieron en torno a las torturas (que fueron grabadas en audio y luego transcritas) que sufrió Kiki Camarena en Guadalajara, hasta morir en la casa de Lope de Vega 881, propiedad de Rubén Zuno Arce, donde el Dr. Humberto Álvarez Machain, mantenía vivo, intermitentemente, a Camarena para nuevos suplicios.
Salen a relucir una lista de personajes de la alta jerarquía política mexicana de ese entonces: los presidentes Carlos Salinas y Miguel de la Madrid, Manuel Bartlett, el secretario de la Defensa Nacional, Juan Arévalo Gardoqui y los narcos Rafael Caro Quintero, El Chapo Guzmán, Miguel Ángel Félix Gallardo y el piloto Alfredo Zavala Avelar, compañero de Kiki, también asesinado. Tampoco faltan la Operación Rancho Búfalo, el papel de George W. Bush (padre) y protagónicos policiales en la historia, como Guillermo González Calderoni.
Lo que más llama la atención, es el papel jugado por el cubano Félix Ismael Rodríguez, alias Max Gómez: un agente de la CIA embarrado en el asesinato del Che Guevara, que es señalado como el brazo ejecutor que liquidó a Camarena, del que sospechaba la CIA. Una miniserie real que corta el aliento.
