El mes pasado falleció a los 81 años David Crosby, el rechoncho y bigotudo guitarrista de The Byrds y otras agrupaciones, y en seguida lo siguió (Thomas Miller) Tom Verlaine, guitarrista y compositor del grupo Television, de 73 años; aunque por razones de estadísticas la primera muerte del año la protagonizó Fred White, baterista de Earth, Wind & Fire.

La hija de Elvis, Lisa Marie, también se fue.

Estos decesos movieron a la industria a revolver el sentido de la vida y el dinero, en una palabra que ya muy pocos invocan: catálogo.

Sus muertes trajeron revelaciones como decepciones.

De Crosby todos los folkroquitos pontificaron (perdonándole sus necedades en tiempos del primer álbum de The Byrds, mostradas en el impecable y bien documentado rockumental The wreking crew, de 2008, sobre cómo músicos de estudio doblaban en instrumentos a figuras del rock, que se tardaban mucho en grabar).

También recibió las concebidas alabanzas cuando fue parte de Crosby, Stills, Nash & Young.

Sin embargo, una de las muertes que más ha afectado el circuito alternativo del rock ha sido la del guitarrista, cantante y compositor del grupo Television, Tom Verlaine, habitual del mítico CBGB neoyorquino del Bowery, que fuera novio de Patti Smith, la poetisa del punk-rock.

Los discos de Verlaine no siempre fueron bien recibidos por la crítica en un espectro sonoro que abarcó desde la art rock, hasta el post punk, pasado por los sonidos proto y new wave con etiqueta de rock, jazz y poesía.

Lo curioso ahora es ver si la muerte de estos próceres del rock moverá a sus correspondientes disqueras a editar en físico (cosa que ya no hacen con casi nadie) sus discos más pontificados que, desde luego, serían más que bienvenidos por fans y coleccionistas que, eso sí, los deben tener en ediciones alternativas artesanales.

De Verlaine, que existe una abundante discografía, hay por lo menos cinco álbumes esenciales imperdibles: Tom Verlaine first solo álbum, Marquee Moon (1977), al que le sigue Television: adventure (1978), Tom Verlaine-Self Titled (1979).

El siguiente es Warm and cool, Tom Verlaine (1992) y Dreamtime (1981).

También están disponibles las grabaciones completas y remasterizadas que hicieron en el sello Elektra.

Su sonido, según la Smith, era como el de miles de pájaros aullando, aparte de ser como un modelo a seguir de guitarrista. Y de Crosby, el mayor consumidor de sustancias prohibidas, que nunca fue reconocido por el Guinnes Book, otros tantos como el mítico Déja Vu.

Por lo pronto, los corsarios de la reproducción digital en audio y video ya se aprestan a subsanar los “olvidos” de las disqueras grandes aún en existencia, mientras que otras, nunca han dejado de hacerlo.

Un ejemplo de estos lanzamientos dentro de la ley es el ya disponible de Sony, Shot of Hits, armado con dos discos compactos y un DVD.

Siguiendo los lineamientos de hace 30 años la serie, concebida en los años 90, regresa ahora con 36 tracks de audio y 18 videos de artistas de los que no se siente su ausencia: Men at work, The Outfield, Toto, Reo Speedwagon, Journey, Cheap Trick, Kansas, Boston y Earth, Wind & Fire.

Los que se atrevan con la nostalgia serán recompensados, aparte de calidad impecable de audio, con una buena cantidad de videos oficiales añorados, que ya sólo viven en la inmensidad de canales como YouTube.

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