En esta semana murió a los 74 años el legendario Meat Loaf, figura indiscutible del rock e ícono del cine principalmente de Serie B, con flexibilidad hasta el cine de factura Z. Hizo películas y rodó videos desde 1962 hasta 2017, tocando prácticamente todos los temas bizarros.

También tuvo una abultada videografía rockera que lo volvió figura de culto. ¿Quién no recuerda y celebra todavía en YouTube su ciclópea y maratónica epopeya a “Paradise by the dashboard light” al lado de la sensual Karla de Vito, o las versiones kilométricas de “Bat of Hell”?

Su filmografía se repartió entre el rocanrol, las comedias negras y musicales, los thillers de horror y las cintas sobre crímenes sangrientos. Sin embargo, hay una película, celebrada cada año hasta hoy en funciones de media noche, que lo marcó de por vida: The rocky horror picture show (1975), dirigida por Jim Sharman, con un alocado y divertido guión de Richard O’Brien, donde interpretó a un inadaptado motociclista infernal al lado de Tim Curry y Susan Sarandon.

En el ámbito del rock muy pocos han hecho tantos videos musicales como él, ni ofrecido tantos conciertos en directo con esmeradas súperproducciones, además de poseer récords imbatibles de ventas como en el caso de Bat of heel, el cuarto más vendido de la historia por Marvin Lee Aday, un texano, nacido en Texas de imponente figura y casi corazón de niño.

En seis décadas logró vender más de 100 millones de discos, algo que molestaba a las grandes figuras del rock mundial.

Las películas de la serie Masters of horror, donde imponían condiciones tipos visionarios como Dario Argento o Stuart Gordon, así como los filmes cortos de las Historias de la cripta, le dieron un estatus del que pocos pueden presumir.

Apareció también con los Monty Python en sus 30 años y en El mundo según Wayne con Mike Myers y Dana Carvey. Sin embargo, los monstruos no dejaban de atraerle, por eso formó parte del elenco de la serie antológica Monsters.

Bueno, tuvo hasta cierto tiempo para intervenir en el documental político del 70 Natalicio de Nelson Mandela, compartiendo apreciaciones sobre el líder con los Rolling Stones, Eric Clapton, Sting, Springsteen, Mark Knopfler y otros.

La potencia de su voz operística nunca se dejó intimidar por las grandes compañías discográficas. Uno de sus proyectos, Bat out of hell, con siete canciones de Jim Steiman sobre el mito de Peter Pan, fue rechazado por muchas discográficas hasta que, por la intervención directa de Todd Rundgren, salió y fue crucificado por la crítica. A Loaf, no le importó, porque fue un gran éxito de ventas.

¿Quién se puede quejar luego de haber intervenido en más de 90 películas cortas, largas, documentales, musicales a granel y demás? Echándole, literalmente, toda su carne a asador. Él, seguramente no.

 

pepenavar60@gmail.com

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