Parece imposible, pero es cierto. En México todos los grupos son leyendas y si no, por clamor popular iletrado, no tardan en serlo. Sin embargo, son muy pocos los que cuentan con un currículo videográfico, como los una vez al año invocados y revividos puntualmente de Avándaro. Lo demás, históricamente, tratado en los videos de la época, puede mover a la risa.
Nada más hay que recordar los programas que alguna vez emocionaron en los años 60 como "Premier Orfeón Dimsa", "Discotheque Orfeón a GoGo y Rock 7.30", producidos oportunistamente por Juan Navarro “El Gallo” Calderón, que se pueden ver en YouTube, donde todos nuestros aguerridos “rockers” aparecían en el Canal 2 muy bien vestiditos y uniformados en los más descarados playbacks de la época. Fue el tiempo de más jale en el viejo Televicentro.
Tratando de destacar a como diera lugar, todo el mundo totonaco, prejipiteca se sorprendía con un set televisivo a base de los que aprovecharon de la mejor forma posible la televisión: Rocking Devils, Belmonts, Hitters, Hermanos Carrión, Hooligans, Locos del Ritmo, El “Vivi” Hernández (de los Crazy Boys), Toño Quirazco y muchos más que tuvieron alguna vez invitados de lujo como Bill Haley y sus Cometas.
José José y Ricardo Roca también hicieron acto de aparición con “coreográficas” de muchas chicas loquitas de la época. Muchos de esos programas se perdieron o se encuentras en la gran videoteca de lo que hoy es Televisa. Jaime Almeida, pontificaba sobre ellos con una cosa divina. A lo más que se llegó fue un disco especial conmemorativo.
Por eso, nuestro rock en video, salvo uno que otro ejemplo con barniz cultural, siempre es traído a colación. El único programa original fue el realizado en forma de serie de Los Monjes. Patrocinado dominicalmente por las perlas de Hígado de Tiburón, Kanin. Una mítica aparición en una película de Los Tepetatles, filmada en el Quid y de los protagonistas del “disco más Famoso” del rock mexicano, El "Kaleidoscope", que no quede huella, que no, y que no, que no quede huella.
Sin embargo, nuestro rock se coló en el mamotreto documental de Gustavo Santaolaya “La Historia del Rock en América Latina”, un largo testimonial de Netflix, con fuerte acento argentino, donde se relatan 50 años de Rock con testimonios de doble y triple fondo, de Café Tacvba, 2 de Octubre, Punk del Chopo, Rock en Tu Idioma, Un Solo Continente, Una Nueva Era y mucha promoción disfrazada de testimonio ejemplar del grupo de trencitas Santaolalla, Arco iris. Muchos rockeros nacionales adoctrinados por los esbirros de Gustavo se desgarran las vestiduras y se muestran muy conocedores. La visión de nuestro rock, es manipulada y muy lamentable con muchísimas ausencias. Pero así es el negocio.
Mucho ruido y pocas nueces y apenas un atisbo del Rock de España, que tiene una historia aparte, poco conocida. Muchos farsantes mexicano-rockeros son convocados, pero a muy pocos se les pueden creer las barbaridades que dicen y defienden, cuando es innegable el papel que han jugado como músicos, “ejecutivos” disqueros, oportunistas y vividores de conceptos como Rock en tu Idioma. No hay papel para el under nacional y sí mucho servilismo, con y sin filtro.
Dime que cantas y que tocas, y te diré quién eres.