Mucho antes de que Bunbury se volviera la figura insoportable del pop-star pagado de sí mismo que es hoy, dejaron huella en el rock hispano los originarios de Zaragoza Héroes del Silencio, esos que hasta a Joaquín Sabina le daban miedo y envidia (esto dicho de su ronco pecho), por el alcance que tuvieron en tan poco tiempo.
Alexis Morante, habitual de la banda, cuenta en un muy bien hecho rockumental su escalamiento a la fama, su rompimiento (1996) y posterior reunión (2007) para una gira póstuma de 10 conciertos.
Tomando la debida distancia para no dar el “santaolollazo”, Morante es objetivo, hasta donde lo permite el pietaje histórico de la banda y las conversaciones fluyen libremente con dejo de sinceridad, donde nada se siente forzado. Podrá o no gustarte la banda, pero su probada valía, en eso de llenar escenarios de todo tipo y vender discos (salidos de la nada, porque eso era Zaragoza) está fuera de toda duda.
En 1991, en un seminario de rock organizado por Mariscal Romero, un servidor y la banda mexicana Caifanes (recibida por el mandamás hispano de BMG, de apellido Cámara, con un seco “les dije que no vinieran”, seguido de “este es al año de Mecano) estuvimos en un concierto de los Héroes al aire libre en un gran bosque colmado de fans.
Lo que vieron los nacionales los dejó fríos.
La atención por parte de los del Silencio, fue demoledora. El contraste fueron las malas mañas de la representante de Caifanes, cuando éstos tocaron en la Sala Revolver, de Madrid, dejando con un palmo de narices a la prensa mexicana, invitada por el periodista y escritor, Braulio Peralta, en ese entonces.
Muchos rostros particulares, como el de Diego Manrique (que sufre un poco), brindan en este Héroes: silencio y rock & roll, un punto de vista diferente y fresco entre aquel 1984 y 1996.
La influencia que tuvo el músico de Roxy Music, Phil Manzanera, en la producción de algunos de sus discos más memorables como Senderos de traición (1990), su segundo álbum (que también cuenta con una edición especial), es definitiva con un sonido internacional de grandes posibilidades, como se oye más maduro en el Espíritu del vino (1993), donde trabajó ordenando el caos. El estreno del rocku coincide con el lanzamiento del libro Héroes de leyenda (Plaza & Janés).
Después de todo su historia contada por ellos mismos (Juan Valdivia, Joaquín Cardiel, Pedro Andreu, Alan Boguslavsky y Bunbury) es un relato real de rock y sueños de una banda aferrada a sus orígenes y sueños de grandeza que, a la larga, consiguieron.
Por su factura, debe de durar un buen tiempo en Netflix.