Si desde hace 56 años existe aquí radiofónicamente El club de Los Beatles, puede esperarse todo, como un monumental libro de casi kilo y medio que documenta, fotográficamente, todos los discos del cuarteto, hechos en México. Desde los muy valuados del sello Musart, hasta los más recientes de Universal Music, pasando por los de EMI Capitol y los del arsenal Apple. No falta ninguno, desde los sencillos de 45 rpm, los Extended Play y los LP.

Se trata de la mayor memorabilia mexicana sobre los de Liveropool, operada en el quirófano de la ola inglesa por el doctor José López Rivas, conocido en el circulo Beatle autorizado como Dr. O’Boogie, ya que no sólo se ocupa de los discos en sus versiones originales, raras, promocionales, limitadas y de procedencia no oficial sino de una muestra e ingenio de la mexicanidad aplicada a los ingleses en inimaginables productos.

Libros nacionales, revistas, todo tipo de accesorios, juguetes, loncheras, ropa, gorras, pero sobre todo vinilos, son objeto de una rigurosa investigación, del médico pediatra, ex catedrático de la UNAM que, desde hace más de 50 años, le sigue la pista al fenómeno Beatle en México. El galeno también es el responsable de un fantástico acopio de materia Beatle original de todo el mundo, que tiene distribuida en tres pisos de su casa.

El libro está prologado por otro que también ha entregado su vida a Los Beatles: Ricardo L. Calderón Chiñas (también conocido como El Caguamón, presidente vitalicio del Club De Los Beatles Todos Juntos Ahora) y en él se mencionan casi la totalidad de beatlemaniacos nacionales encubiertos buenos, malos e incluso algunos que podrían estar emparentados con Belcebú. Sin embargo, de eso no es responsable el doctor.

Júzguenlos por sus nombres: Mario Hernández, Enrique Rojas y Manuel Guerrero, aunque faltan algunos que son ahora testigos protegidos como Raymundo Gabriel o Armando Miranda. En aras del coleccionismo no faltan las mil y una rarezas: VHS, casetes, muñequitos Revell Lodela, fotos, lobby-cards, revistas, discos no oficiales, cajas de cintas maestras, ediciones limitadas y muchas cosas más para subirle la presión al fan.

Obviamente lo más emocionante, al menos para quien esto escribe, son los tirajes del sello Musart, con sus etiquetas de colores, números de catálogo y las primeras ediciones de sus discos, incluyendo el triple de portada morada, único en el mundo, que incluso se llegó a vender en Sumesa y que actualmente vale una fortuna.

Un libro único mercadeado por el Grupo Editorial Éxodo y ya a la venta en librerías (por el momento en línea) y el propio autor, del que vienen fotografiados algunos objetos invaluables de su colección personal. Ni Paul McCartney lo va a creer y menos Ringo. Precio, obviamente de colección. Para consulta obligada y revisión de colecciones y discos particulares de la época.

pepenavar60@gmail.com

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