Productor de cine, director, actor, distribuidor y sobre todo personaje muy polémico y entrón, el jalisciense, Gustavo Alatriste, quien era contador, se inició en el cine mexicano produciendo “Viridiana”, de Luis Buñuel. Como Juan Orol, que tuvo a las más exquisitas rumberas, estuvo casado con las bellas Ariadne Welter, Silvia Pinal y Sonia Infante. Sin embargo, su extravagante paso como director de cine produjo verdaderas joyas en los tempranos años 80. A él se deben filmes o cosas de retos límite como “La combi asesina”, “Historia de una mujer escandalosa” y la trilogía de “Aquel famoso Remington”, uno de los gatilleros favoritos del PRI.

De su producción, que exhibía en sus propios cines, se recuerdan también “La Grilla”, “México, México, ra ra ra”, “Los adelantados”, “Entre violetas” y “Q.R.R.”, que era casi la biografía de Neza, y que incluso muchos de los pobladores de la gran ciudad dormitorio y cuna de algunas pandillas punks, no conocen o nunca conocieron. Conseguir sus películas en VHS o DVD era como un artículo de fe y, cuando murió, se volvieron misión imposible. Hoy todavía muchas están en litigio y conseguir algunos de sus títulos en DVD (en ediciones extranjeras), es una verdadera hazaña.

“Q.R.R.” se estrenó en 1970 en el circuito de sus cines y la controversia (ya que se trataba del espinoso asunto de las estafas que sufrieron los primeros colonos de Neza) la volvió un documental raro, controversial e incómodo. En su tiempo, nunca se pudo conseguir por la vía legal, debido al tema de urbanismo salvaje que trataba y que retrataba a ciudad Neza con una crudeza insólita, como el crew de la cinta, que incluía a un jovencito Arturo Ripstein en la cámara. Era un cine de denuncia y explotación urbana en el Estado de México, con fraudes y ultrajes a una escala sin precedentes contra los primeros colonos.

A bayoneta calada, Alatriste y su crew se metieron en las salitrosas calles apenas trazadas de Neza y fueron a una profundidad que molestó mucho al gobierno en turno, que fingió demencia ante las imágenes de pobreza y desesperación de la gente que la habitaba. Y para colmo, estaba filmada en un rasposo blanco y negro que acentuaba la podredumbre urbana de los que fueron atraídos con mentiras de un cambio de vida. Ese era el espacio en el que les tocó vivir a los que llegaron a Neza vilmente engañados y ahí se aferraron en las más precarias condiciones con tal de no perder su pedazo de tierra.

Neza está cumpliendo más de 50 años de vida, con sus colonias-territorios de códigos cifrados y temerarios, para los que no viven ahí. Sus pandillas, como Los Mierdas Punks, o sus personajes emblemáticos como Pablo “El Podrido” o Hard Coreen, son de los únicos que pueden contar, hasta ahora, la historia irreal, oral y dramática. Y no sólo eso, sino de crear, descifrando culturalmente, la historia secreta de la ciudad que los vio nacer, crecer, volverse pandilleros y punks urbanos; zafarse de su pasado histórico y ser referentes ambulantes de las diferentes etapas que ha atravesado Neza.

El documental de Alatriste ahora se puede ver en YouTube y distribuidoras independientes como Desobediencia Distro lo tiene en su catálogo.

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