La banda de culto californiana, favorita de otras tantas agrupaciones poperas en el mundo, al fin ha recibido el justo homenaje que se merece por parte del director de Scott pilgrim vs. el mundo y Baby driver: Edgar Wright, que ejemplifica de manera contundente el ascenso y estadía de los hermanos Rusell y Ron Mael en el mejor pop planetario desde hace más de 50 años.

El rockumental, hasta ahora solamente subtitulado en inglés, es un contundente ejemplo de ritmo, estilo y fascinación en el que muchos rockstars están agradecidos de formar parte.

En 140 meteóricos minutos, todos se desviven por los Sparks en medio de sabiduría, humor, originalidad y amor por su endiablada y curiosa música de esta banda historia aún en activo, que tan sólo está esperando su inducción más que merecida al Salón de la Fama del Rock.

En esencia es un rocku 100% clarificador, sumamente divertido y esclarecedor de su mito discográfico ejemplificado con alucinantes clips de video desde el auge y aún en la decadencia de MTV.

A lo largo de décadas la historia de éxitos y fracasos de los Mael Bros (Ron: tecladista y compositor, mezcla de Hitler y Chaplin, y Russell, cantante de look Marck Bolan), es contada a través de variadas personalidades como Tod Rundgreen, productor de su primer álbum, roqueros como Franz Ferdinand, los New Order, Las Go-Go’s, Duran Duran; Flea, Beck, Paton Oswald y más que contribuyen a su contundente imagen, en sinceros testimonios.

No faltan los súper famosos como Paul McCartney, que los admira y parodia, hasta actores y comediantes como Mike Myers, Fred Armisen, al lado una troupe de músicos que integran su banda, roadies, mánagers, periodistas, agentes, promotores, entusiastas y fans. Las entrevistas del rocku son fantásticas.

La edición y el montaje dan pie a curiosísimas animaciones para que un todo se vuelva intimidante y casi avergüence a quienes no los conocen en la plenitud de su fuerza creativa, irreverente y juguetona. Los Sparks nunca se doblegaron ante la industria como nunca han dejado de evolucionar entre el pop, el glam, lo electrónico y la vanguardia con una energía humorística despampanante, lo que los ha hecho una permanencia voluntaria en el cambiante negocio musical.

Si los conoces o no, es lo de menos. Lo cierto es que una vez hechizados por su pegajosa música muchos se convencerán de que este rocku depara todavía sorpresas mayúsculas, emocionales y auténticas del amor al pop de estas dos auténticas leyendas vivientes que se reinventan con cada nuevo disco, en donde no cualquiera ha grabado más de 50 discos y compuesto casi 900 canciones.

Es imperdible y de genio ilimitado, destapado antes de su estreno en Sitges por Cine Paradigma —fundado por Juan Heladio Ríos—, en el mismísimo Chopo.

pepenavar@gmail.com

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