Esta semana, los récords poco verificables, a pesar del tumulto de quién es quién en los recientes eventos confusos gratuitos y los de paga dieron como “sorpresa histórica” los, dicen, 280 mil asistentes al concierto gratuito del grupo tijuanense Firme, que se debate musicalmente entre el regional mexicano y la música banda.
Sus integrantes, prueba viviente del kitsch y el desparpajo, son un fenómeno que desbancó en el mismo lugar, a Vicente Fernández y Juan Gabriel.
Pero no se dejen engañar, el evento promovido por el gobierno de la Ciudad de México debería primero informarse de los cerca de 500 mil asistentes en Monterrey, que congregó en su momento El Sirenito: Rigo Tovar en el Río Santa Catarina, en 1981, en un evento gratuito.
También deberían cotejar los regresos inesperados de grupos como Bronco y Los Bukis que pusieron, estos últimos a temblar, a los mismísimos Rolling Stones.
Obviamente ahora tienen que ver las muchas redes sociales, que suman millones de seguidores al menjurje de su estilo en el que tiene cabida el reggaetón y la llamada música urbana.
El grupo Firme, como otras bandas, aprovechan la ocasión que les brinda un dinero extra para hacer duetos inimaginables como, por ejemplo, con Maluma, en impensables remixes provocadores que acaban explotando en las plataformas musicales y en la guerra de “likes”.
Llamados adalides del kitsch por muchos de sus detractores y exponentes del más genuino circo músico visual con exceso de parafernalia, el grupo Firme se pagó como los buenos toda la producción de su evento en el Zócalo capitalino, a decir de la jefa de Gobierno, la doctora Claudia Sheinbaum.
Aún así, su cantante Eduin Caz manifestó con sendas lágrimas estar “triste y desilusionado”. Al parecer no lo consuela ni la mota, ni la pasta, ni el alcohol, como dice la canción del TRI, y eso que ha dejado superadas en cuanto a asistentes a figuras como Roger Waters, Justin Bieber, Shakira y hasta el mismísimo Paul McCartney, en eso de jalar gente con su norteño del Pacífico y banda sinaloense.
Los presentes al evento no descartan por ahí luego la aparición del concierto en DVD o Blu-ray, para recuperar algo de los gastos, aunque, ya se sabe, los piratas también harán de las suyas, con los que despagaron en 2017 y han sumado cuatro Premios Juventud, seis nominaciones a Lo Nuestro y han ganado un Grammy Latino.
Mañana sábado 1 de octubre, se festejará el 42 aniversario del Tianguis Cultural del Chopo, un lugar al que ya no asisten como antes muchos adeptos que, por el momento, no necesitan pantalones y chamarras de mezclilla, playeras, gorras con logos metaleros, artesanías populares; pines, tenis de dos pisos, zapatos de charol de colores tipo Bozo el Payaso; lentes, collares de piel y todo lo que ahora conforma el Bazar del Chopo.
Lo que más se extraña son los vinilos en buena calidad, casetes, compactos, libros, películas de cine mexicano y joyas extranjeras en DVD y Blu-rays.
Resulta increíble que no haya libros cien por ciento confiables del fenómeno de El Chopo.
Y los que deberían estar ya editados (como el de Germán Gómez, el primer fotógrafo oficial del tianguis, por burocracias universitarias, no haya sido editado). En fin, seguramente, habrá las publicaciones de rigor, pastel y tocada para lo que quieran darse el rol.
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