Los fans de Batman aceptan todo tipo de historias cinematográficas que tengan que ver con el más rentable y manipulable neo-noir de adaptación criminal con un superhéroe que haya producido DC Comics. Esta vez, de la mano de Matt Reeves, Robert Pattinson encarna al vigilante hombre murciélago en “The Batman”, que infunde un miedo paralizador en las mentes maquiavélicas y perversas de la criminalidad que acecha Gotham City.
Tiene pocos amigos, que no lo ayudan mucho a la hora buena de la venganza, pero se las arregla contra una especie rara de asesino en serie que opera en el inframundo, territorio de este nuevo Batman.
Pattinson, que ya ha dado sobradas muestras de talento, si lo dejan actuar como en “El diablo a todas horas” (2020), de Antonio Campos; está dispuesto a que los Batmans anteriores sean olvidables. Por eso, este nuevo filme negro rojizo más gótico cuenta hasta con cinco minutos de escenas borradas de la escena de Arkham, en espera de la secuela prometida para 2024. El relato visual promete a la vez que frustra, pero un grado de salvajismo visual la sostiene incólume en su búsqueda de la creación perfecta de un superhéroe ya explotado hasta el cansancio.
Sus casi tres horas de estilo impresionante dejan corta la trilogía de Christopher Nolan sobre el más explotado de los superhéroes desde las épocas pasadas y gloriosas de los seriales cinematográficos. Con Pattison, el pasado de Wayne y Batman alcanza puntos culminantes de un pasado corrupto de su propia estirpe, en un thriller habilidoso y bien manejado con las invenciones recurrentes del género para el gusto de los fans y la cartera de oferta de las grandes productoras y plataformas de hoy. En el reparto aparecen algunos nombres como los de John Turturro, Colin Farrell y, desde luego, Zoë Kravitz, que la hacen aún más atractiva.
Batman, que ha sido todo: Caballero de la Noche, personaje eterno, inconmensurable del cómic, guardián de la ley, héroe obscuro y miembro de la Liga de la Justicia, ha enfrentado a toda clase de peligros y hasta calamidades mayores, como el mismísimo Superman, y de todo ha regresado.
Batman es uno de esos raros personajes que sí confía en entrar al taller de hojalatería y pintura para renovarse en cada película. Tal y como ha pasado ahora en el filme de Matt Reeves, en donde parece que gasolina de alto octanaje corre por las venas de Pattinson, que no se toca el corazón para aplicar la ley (su ley) en medio del exceso.
El nuevo Joker es Barry Keoghan, que sigue los pasos de Jack Nicholson, Heath Ledger y Joaquin Phoenix. El personaje, como tal, no respeta y sigue sus propias reglas como villano. Sin embargo, esta es otra variante de enemigo mortal que han sufrido Ben Affleck, Michael Keaton y Christian Bale, con la que tiene que lidiar Pattinson en la expansión de la nueva franquicia que fue destapada hace algunas semanas en el mercado negro del Caballero de la Noche.
