En un siempre sorpresivo subterráneo del rock mexicano, no deja de sorprender la búsqueda de grabaciones alternativas del rock chiapaneco, que realiza desde hace años el investigador y locutor, Daniel Trejo Sirvent, también melómano y artista plástico reconocido por sus aportaciones al género.
Sirvent, que dio a conocer el subterráneo que campea en Chiapas con el vinil Rutas del rock (2010), continuó con un alucinante recopilatorio de “La vieja escuela del metal de Chiapas” que sorprendió a melómanos y antropólogos rockeros que no se circunscriben sólo a los sonidos que inventa y promueve la CDMX.
El también coleccionista de acetatos y compactos hace ahora una nueva entrega con el Planeta del Rock, un disco compacto que da a conocer hallazgos sónicos que van de 1988 al 2010, en un rescate antológico de propuestas y sonidos en el que participaron los grupos que compusieron y ejecutaron en su momento los 16 tracks de la recopilación, apoyados con un booklete claro y conciso de su momento de aportación de un rock prácticamente desconocido, pero de múltiples sugerencias y referencias de fusión de ideas musicales.
Datos y créditos de la producción de este Planeta del Rock (que se puede conseguir siguiendo algunas redes sociales del compilador, o visitando el catálogo de Discog) avalan rolas de agrupaciones oriundas de San Cristóbal de las Casas, Tuxtla Gutiérrez, Yajalón, Berrizábal y Comitán de Domínguez. Se trata de un abanico sonoro de tendencias de rock-pop, sonidos de rock latino con sus respectivas fusiones, punk, acústico y death-metal en la tierra del tzotzil.
Demos, primeros álbumes, encrucijadas sonoras y un impecable muestrario de estilos, con sus momentos álgidos de grabación y lanzamiento, hacen de este disco una referencia del rock que se hizo en Chiapas entre 1988 y 2010 a cargo de grupos como Sincretismo, Kinetic, La Barca, Jenner Martínez, Aereokafka, Magenta, La Encrucijada, Fila y Señal, Toguchis, 4zul, Arcadia, Baktum 13, Peligrosos Punk, Tensión, Steel & Glass y el propio Daniel Trejo, con Enrique García.
El mercado referencial del rock de El Chopo, tan alejado de Dios y tan cerca de la mezclilla, playeras y gorras de grupos de rock nacionales y extranjeros, es presumible que lo tengan en los dos o tres puestos que quedan dedicados al rock mexicano. Sin embargo, se recomienda prudencia y trato directo con el autor del compilado, so pena de caer en “sorpresas” inesperadas por parte de la antropología rampante en el asunto.
Un libro pormenorizado con santo y señas de la discografía oficial del rock en Chiapas no le harían nada mal al movimiento de rescate autóctono, en donde todavía la radio, por sobre las plataformas, es de alguna manera la ley.
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