Los que conocen la trayectoria de Ramsés Luna como saxofonista y multiinstrumentalista, saben que este músico se inició con Cabezas de Cera, un grupo fuera de serie en varias propuestas sonoras, para luego dar paso a diversos proyectos musicales, entre ellos, Luz de Radia, que toma elementos contemporáneos de fusión musical de muchos géneros.
El llamado Faraón del Sax, el Win-Wind y el Synth-Sax es un completísimo intérprete y autor mexicano, que puede ser comparado con las experimentaciones de Frank Zappa, o con los hipnóticos sonidos de John Zorn en cuanto talento, alcances y metas musicales.
No tiene tantos reflectores, porque aquí le tocó vivir; pero sabe sacarle provecho a lo que esta su alcance.
Otras fronteras sonoras que ha rebasado en el ámbito del progresivo internacional de fusión y el soundpainting, se instalan en las composiciones del Pascal Gutman Trio y el ensamble de composición en tiempo real.
Su nuevo reto como músico y académico propone sónicamente una nueva utilización de las matemáticas más humanas y menos algorítmicas.
Al contrario de la “Escalera al cielo” que propuso alguna vez Led Zeppelin, Ramsés Luna, junto con los guitarristas y académicos Aaron Geller y Tim McCaskey, el batería Mattias Olson, además del bajista y compositor Luis Nasser, eligen otra escalera: la del diablo, para la nueva temática sonora de su nuevo disco y nombre de la banda, auxiliada desde la consola por Edgar Arrellín Rosas, quien también se encarga del diseño del audio en directo.
El tipo puede ser casi su propio secre, hasta no dejarse deslumbrar por una fama efímera. Y miren que muchos se van con la finta.
Al contrario de diversos intérpretes que como carambola musical son ubicados en el amplio espectro del rock, Ramsés Luna es uno de esos pocos artistas que tiene muy claro lo que es pararse en un escenario en un ensayo, y luego salir vestido como una estrella de rock, en su caso progre-alternativo.
La nueva alineación sonora ha realizado varias giras por Estados Unidos, y una vez aplanada la curva de la pandemia que nos aqueja, va a continuar, con pláticas de divulgación a los interesados en un tour que incluye la pedagogía para despertar la curiosidad en la gente, fans del progre y aficionados al lenguaje matemático.
Oírlos implica una experiencia que podría sorprender al propio Rober Fripp, de King Crimson, combinando la geometría fractal, la física y también las matemáticas.
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