Los límites del costalazo fílmico no parecen tener fin, y menos con deporte espectáculo muy arraigado en el mexicano, aunque ya pasaron sus mejores glorias.
Por eso las películas y los documentales sobre la lucha libre se vuelven un atractivo extra; una caída en la que muchos quieren participar para tener un pedacito de historia.
Este domingo 31 de octubre a partir de las 14:00 horas, la Arena Coliseo Coacalco, de Allende número siete, en la Barranca San Lorenzo, se llevará a cabo una magna función.
El evento será coronado al final, con el estreno oficial del documental del investigador y cineasta del pancracio, Killer Film (Orlando Jiménez), creador del scratch movie nacional luchístico.
Se trata de un rescate desde la tercera cuerda con la historia de la Arena Coliseo Coacalco, un escenario popular al que también se le conoce como el Madison Coacalco Garden, manejado familiarmente desde hace años, que es un semillero y escuela de los nuevos valores de la lucha libre mexicana, lejos del Consejo Mundial de Lucha Libre y la Triple AAA.
Orlando Jiménez en su faceta de investigador (porque, además es réferi y en ocasiones luchador), presenta en este Sangre, sudor y llaves, el quien es quien, en la famosa y popular arena familiar, no sólo de las estrellas del cuadrilátero sino de las personas que la han hecho subsistir a precios verdaderamente populares, antes y después de la pandemia.
Por otro lado, no hay que perderse Un México perro, el héroe verdadero, de Rafael Aparicio y Andrés Klimek, que homenajean al Can de Nochistlán, Pedro Perro Aguayo, la leyenda de la lucha libre, que fue retirado por el más pequeño (es un decir) de los rudísimos hermanos Dinamita.
Las botas de peluche blancas, sus ladridos amedrentadores, su sombrerote y su férreo temperamento son rememorados por compañeros de profesión y amigos del que, hasta el mismísimo Santito, le hacía los mandados.
Sin que falte su difunto hijo y los muchos Perros del Mal que creó. Las anécdotas en voces y lances autorizados de amigos y enemigos jurados (Cien Caras, Mascara Año 2000, Sangre Chicana, Cibernético y Universo 2000 que casi lo mata antes de tiempo, junto con otras voces), salen a balcón y gradas en un documental recientemente exhibido en el DocsMX de este año.
Lo curioso de este documental, lo mismo que el de Killer Film, es el sistema de distribución y exhibición que puedan llegar a tener, para que no vayan a parar al archivo del olvido.
En este rubro, hasta los bucaneros especializados, que casi se las saben todas, en la fatídica cuenta de las tres caídas, se las ven negras a la hora de revivirlas digitalmente antes del conteo de rendición para el archivo histórico de la nostalgia luchística.
