La vida loca que ha llevado, en términos retorcidamente cinematográficos, está haciendo el balance final de la existencia de uno de los cineastas más interesantes, David Lynch, quien ha dado origen a obras maestras que arrancaron en 1977 con “Cabeza borradora” y que han hecho al cineasta hablar hasta con un simio surrealista sospechoso de asesinato, en “What did Jack do?”, de hace cuatro años, con un surrealismo en estado puro. Lynch se enfrenta ahora a un enfisema pulmonar causado por una peligrosa adicción que tiene al cigarro y que ha disfrutado por años, sabiendo el precio que tendrá que pagar a la larga.
Fuera de la amenaza del enfisema, que lo agota, por lo demás Lynch, de 78 años, ha manifestado que se la está pasando de maravilla, y mientras esté cerca de una cámara de cine, nunca se retirará. Y si la vida me obliga a ello, ahí les dejo, por si no las han visto: “El hombre elefante”, “Mulholland drive”, “Lost highway”, “Blue velvet”, “Corazón salvaje” y series esquizoides como Twin peaks”. La vida del que corre peligro, que también se ha metido con el rock and roll con un documental de cinco minutos sobre el “Sunshine Superman”, Donovan; otro sobre Moby y una gran serie de minidocumentales de diversa temática diaria en la vida del director de cine.
Sin embargo, Lynch ya ha manifestado sobre la posibilidad de dirigir a distancia, lo cual en él es toda una curiosidad, en donde la posibilidad empírica de tocar otros terrenos como músico experimental, no ha dejado de ser latente. Hay que recordar la creatividad que le dio a mitos como Michael Jackson, Nine Inch Niles, Rammstein, Arrevoir Simone, de plantear lo que se les ocurriera a partir de sus aportaciones en diferentes capítulos de “Twin peaks”. Algunos episodios selectos ya están subidos en YouTube, con una calidad al parecer sin límite alguno.
Meterse en su vida es todo un reto, como ya lo dejó ver en el documental “Meditación, creatividad y paz”, durante una gira por 16 países ofreciendo lecturas y conferencias, sobre la meditación de su arte. O sus mini trabajos musicales con “Christabell”, que son de este año, los próximos en aparecer con temáticas de Jack Nance, Angelo Badalamenti, su actor fetiche Kyle MacLachlan, Harry Dean Stanton y Mark Frost, su expareja, Isabella Rossellini, y su hija Jennifer Lynch, entre otros. Su territorio se ha extendido también hacia otras pasiones como la música, publicidad, el dadaísmo, surrealismo y otras artes en la que ha experimentado como ningún otro creativo.
Nadie se hubiera podido imaginar el enigmático arranque que tuvo con “Cabeza borradora”, con múltiples lecturas de miedos interiores y audaces interpretaciones, que aún perduran hasta hoy, planteando otras posibilidades de repasos. Sus audaces contenidos son uno de los grandes retos que ha tenido el cine contemporáneo en el terreno de lo fantástico y el Internet. Stanley Kubrick siempre manifestó que “Cabeza borradora” era una de sus películas favoritas.