El reciente Vive Latino nos dejó otro tipo de iniciación musical: la aldea musical, en donde algunos “especialistas” con cierto nombre y los patitos de siempre ofrecieron paneles de “conferencias”, “master clases” y hasta un cierto y apasionado “terrorismo periodístico rockero” (no vayan a la escuela, mucho menos a la universidad; no lean a Vicente Leñero, desobedezcan todo, hagan “periodismo” intuitivo, inventen con celular en mano). ¿Qué sería de estos nuevos “comunicadores” si no existieran las redes sociales?
Temas como estrategias musicales, las mujeres en la música, el periodismo musical en la era digital, música en medios audiovisuales, management, asociaciones de mánagers, la sustentabilidad, los autores y compositores, fueron algunos de los tópicos que seguramente se colarán a Facebook, Instagram, Twitter, TikTok y lo que se venga.
También se contó con la presencia de músicos variopintos y algunas bandas emergentes en show cases de ocasión y hasta grupos tributo a Diego Verdaguer. Las disqueras independientes (ahora en menos número) tuvieron un mejor espacio, lamentablemente desaprovechado por el público asistente el primer día, pero que mejoró el segundo. En él se podía encontrar material gratuito de varias disqueras y las compilaciones de varias compañías independientes aferradas al formato físico tanto en vinilos, CD y casetes.
Lo curioso en este rubro fue la desconfianza con que se acercaban algunos curiosos y la incredulidad de que les regalaran compactos en digipack y otros formatos. Bueno, hasta algunos especialistas dudaban de tal cosa porque, ¿a quién le dan pan que llore? Así se repartieron sin costo los CD acoplados de Zona de Intolerancia 2022, con 20 temas; los volúmenes 23 y 24 de Rock Independiente, ambos con 30 posibilidades nuevas.
Sampler Vol. II Ciudad Paste y Amigos y material selecto de disqueras como Titanio, Carpe Diem Records, Penélope Records, Victim, Bambam y algunos independientes como los de Erich y Cumbres.
Nuevamente la sorpresa fue la continuidad del concepto Ciudad del Rock, con nuevos lanzamientos de Pachuca, Aguascalientes Arde, Oriente Edomex y Monterrey (Vol. III), con cuidadas ediciones en digipack, que se ofrecieron gratis en el festival con un gran abanico de posibilidades, cortesía de Luis Callejas.
En lo tocante a compañías disqueras establecidas en el perímetro del tianguis del Chopo, como Discos Donovan, ofreció algunas primicias y la Roma Records, elevó el estatus del disco de vinil.
Ricardo Bravo, El niño héroe del rock mexicano, ahora sí estuvo muy movido consiguiéndole material a varios especialistas, sin volverse ojo de hormiga. Ya pasarán a examen muchos de los nuevos exponentes (y no tan nuevos) del rock mexicano alternativo, incluidos en los acoplados de colección, que luego muchos van a lamentar no haberse llevado gratis.