No se sabe si es buena o mala noticia para el bolsillo del simple aficionado al rock, el coleccionista en ciernes, o los taimados de siempre, que dictan los estratosféricos precios de muchos discos.
Lo cierto es que muchas compañías discografías que ya se presumían muertas han decidido ahuecar sus archivos para revivir difuntos.
El proceso para reciclar a estos émulos de The walking dead, que en su momento no tuvieron muchas veces ni un ápice de gloria, más que la que proporciona el nicho, tendrán, aunque en escasa medida, un cierto reconocimiento. Buenos, malos, inexplicables y fueras de lugar, estarán ahora ante una segunda oportunidad de fama póstuma.
Más allá de los grandes nombres como Pink Floyd, King Crimson, algunos especímenes del progresivo italiano (más conocidos aquí que en la propia Italia) y una pluralidad de nombres del rock, podrán compartir créditos de salida con estandartes olvidados de la escena internacional y nacional.
Por eso, y en aras del dinero que apela a la nostalgia y al reconocimiento, aunque sea tardío, volverán a circular en vinilos ediciones espaciales y boxsets.
Extranjeros claves ahora reconocidos como Fugazi, Husker Du, Mission of Burma, Sonic Youth o Butthole Surfers tendrán una nueva doble vida con mexicanos como Toncho Pilatos, Los Spiders, Los Tepetatles y Los Monjes. Incluso producciones independientes como la del Caramelo Pesado, pueden tener una segunda oportunidad, como la cuidada selección de Oxomaxoma: “Laboratorio para la Dosocultación Sonora de la Patamúsica” (2020).
Si venden aquí los discos del catálogo de Culebra reciclados a vinil de 180g, hechos en Alemania y Checoslovaquia por Sony México, es seguro que algunos títulos de otras compañías que siguen resonando en el colectivo roquero alcancen una nueva redención sonora.
Pero, como siempre, los precios del LP, compacto, boxets y cajas antológicas volverán a poner en el ring de la calidad (y aquí intervendrán los equipos de sonido de Alta Fidelidad y bocinas más allá del THX) la tendencia para oír con la más excelente calidad. Veremos qué opinan los amantes del, por increíble que parezca, scratch.
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