Este mes de agosto llega a su décimo aniversario La Roma Records, una alucinante tienda dedicada a la compra, venta y producción de vinilos, cuyo dueño, César Sánchez y Ernesto Martínez, su brazo derecho, le han dado otra dimensión al rock en español, europeo y otros géneros emergentes como la cumbia, el indi y el casete como alternativa retro de moda. No son uno sino varios reportajes los que ha tenido este santuario de la diversidad sónica del LP predominantemente en vinil de color.

Una vez que los que no conocen la tienda de la avenida Álvaro Obregón, esquina con Monterrey llegan por primera vez, se vuelven adictos por el desborde de posibilidades. Rock en español, rock nacional, sonidero, Indi, electrónico cumbiambero, barra de casetes que llevan las propias bandas y demás, con la peripecia de acceso a discos de muchas bandas magníficas. Nuevos y de segunda mano, todos están en orden, bien clasificados y lo mejor: precios muy accesibles con atención personalizada de su dueño.

Es también un negocio consolidado, que no se ha quedado en la simple venta de discos, sino en un respetable sello que organiza alternamente firma de vinilos, y participa en conciertos profesionales nacionales y extranjeros (ahí los ejemplos del Corona Fest, el Chicago Ruido Fest y otros fundamentales espacios latinos de ciudades como Bogotá. Todo en una suerte de confiable marca mexicana registrada que no duda en las alianzas con monstruos como Sony o Warner y el gremio sonidero.

Hace cinco años fundaron la versión latina de Roma Records y son productores oficiales de varios eventos a nivel mundial con formatos de colección de siete pulgadas y rarezas de 45 rpm en color, que son moneda de cambio en los famosos Record Store Day que organizan, donde rifa desde el punk, hasta el dance, el blues, el rap, hard, metal y una gran oferta de lanzamientos oficiales en tienda con muy buenos descuentos en discos oficiales y reediciones.

Sus alianzas estratégicas han hecho que su sello propio (Roma Records) produzca coleccionables como las ediciones del Festival Marvin, Silverio (su Majestad Imperial, ex Melamina Ponderosa), en edición de vinil transparente, Sotomayor y selecciones oficiales de grandes festivales colombianos, donde son sinónimos de calidad de exportación.

Están prácticamente en todas las plataformas sonoras más importantes y tienen dos pisos para maravillar hasta al más peinado con siete, 10 y 12 pulgadas en colores despampanantes.

La Roma cuenta con una gran sucursal en Bogotá, Colombia. La matriz mexicana muy respetada tiene, además, algo que ya la mayoría de la industria (en paro pandémico) ha descuidado: relaciones públicas y atención personalizada, porque creen que la buena música, trátese de la diversidad de sonidos, todavía vende emociones, y en su caso: en color.

pepenavar60@gmail.com

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