Dispersa, desunida y heterogénea, la oposición no acierta a integrarse como una instancia organizada, funcional y competitiva. Intentos los ha habido, pero se han frustrado por la falta de ideas alternativas concretas y de liderazgos renovados y atractivos que abanderen la inconformidad que generan, tanto las políticas públicas del presidente López Obrador como el modo vertical y autoritario que tiene de implementarlas. El repudio a que aludo se registra en los niveles medio y superior de la pirámide socioeconómica del país.

En marcado contraste, en la franja inferior de esa pirámide se localizan quienes no sólo no rechazan al mandatario sino que, además, en cada elección, dan muestras convincentes de aceptarlo mayoritaria, gustosa e incondicionalmente. La diferencia cuantitativa entre unos y otros -“contras” y “pros”- es tanta que, a meses del inicio del proceso de 2024, no se vislumbra eventualidad alguna que pudiera invertir tan contundente aritmética electoral.

A esa realidad que las encuestas se encargan de ratificar una y otra vez, hay que agregar el hecho de que las diferencias del gobierno de México con Estados Unidos y Canadá están en vías de resolverse. El naufragio de la economía que auguraban los catastrofistas no se ha cumplido; antes al contrario, los últimos datos apuntan a que las expectativas están en terreno positivo. Así, los argumentos que se aducían contra la Cuarta Transformación han perdido veracidad y fuerza, y carecerán de eficacia en las campañas del 2024.

Contradiciendo a los “expertos financieros”, en 2022 la economía creció 3% y ya han tenido que corregir al alza su predicción para el 2023. El tipo de cambio lleva semanas por debajo de 19 pesos por dólar, dejando en ridículo a quienes auguraban que llegaría a 25. La bolsa por su lado registra una expansión que hace años no vivía. Otro signo alentador es que el empleo aumenta despacio pero consistentemente y rebasó ya las cifras prepandémicas. No estamos en Jauja, pero tampoco en el hoyo que anunciaban los agoreros del desastre.

Sin razones para sustentar sus reclamos y sin un proyecto que articule a los sectores inconformes con el gobierno, los partidos políticos ni siquiera han podido superar sus problemáticas internas. Así, dotar de contenido y metas creíbles a su ilusoria convergencia con la sociedad tropieza con su propio desprestigio y con la índole diversa de los grupos civiles que pretenden liderar. Méxicolectivo es el más reciente intento fallido para dar congruencia y sentido a la única alternativa viable de oponerse a la propuesta oficialista.

Convencidos que no tienen tiempo ni nombres con los cuales consensuar una candidatura presidencial de interés para el electorado, a la entente PAN-PRI-PRD sólo le queda sumar sus fuerzas para disputar a Morena y a Movimiento Ciudadano el Senado -128 escaños-; la Cámara de Diputados -500 curules-; las gubernaturas -8-, entre ellas la CDMX y sus alcaldías -16-; los congresos locales -30- y las presidencias municipales -2047- que se jugarán en la elección del 2024, la mayor de la historia de la moderna democracia mexicana.

Los malquerientes de la Cuarta Transformación podrán participar en las encuestas de Morena para elegir a su abanderad@ presidencial, habida cuenta que serán abiertas a toda la ciudadanía. No ironizo al sugerirlo; al contrario, sus expectativas van a ser distintas con Claudia, o con Marcelo o con Adán Augusto, dados sus distintos talantes. Los partidos de la frustrada alianza tendrán tiempo para rehacerse según sus antiguos formatos, o mejor aún, para -a partir de una buena selección de sus cuadros originales- crear una formación política que ofrezca otra ruta a los mexicanos que discrepan del régimen.

para recibir directo en tu correo nuestras newsletters sobre noticias del día, opinión y muchas opciones más.

Google News

TEMAS RELACIONADOS