El sector de manufactura se está enfrentando a una nueva era bajo un ambiente dominado por tecnología y una competencia cada vez más diversa que incluye a jugadores no tradicionales en el mercado.
Dado que el Covid-19 ha puesto a prueba todas las industrias a nivel mundial, para la Alta Dirección de las organizaciones ha sido de suma relevancia realizar una reestructura de su estrategia en vías de continuar su negocio, conservar al talento y la relación con sus clientes, así como con sus socios.
Quienes toman las decisiones no solo están invirtiendo en transformar su cadena de valor a un modelo más eficiente y flexible, también se enfocan en incorporar tecnología que eleve el nivel de la operación hasta la industria digital, lo cual ha sido acelerado por la pandemia en muchos casos.
En México, la mayoría de las industrias están en una etapa de automatización, en la que gestionan las líneas de producción sin poder predecir fallas, obtener datos y establecer comunicación entre máquinas con interfases, lo cual les permitiría analizar la información de manera eficiente, generar reportes inteligentes en tiempo real para una sólida toma de decisiones, así como potenciales ahorros en costos e impulso de procesos propios de la industria 4.0.
SER DIGITALES EN EL SECTOR, FACTOR PRIMORDIAL
Hablando de prioridades, de acuerdo con el estudio ‘Perspectivas de la Alta Dirección en México 2021. Emerger ante la nueva realidad’, las empresas consideran que para mejorar la capacidad de resiliencia de las organizaciones y adaptarse a la disrupción constante, será necesario implementar tres estrategias principales:
1. Centrarse en la experiencia del cliente
2. Invertir y digitalizar procesos mediante nuevas soluciones tecnológicas
3. Crear nuevos modelos de negocio digitales
Los nuevos modelos de negocio se caracterizan por emplear herramientas disruptivas e innovadoras basadas en el análisis de datos para satisfacer las necesidades del cliente y la cadena de valor de sus procesos, obteniendo sustanciales ventajas económicas y operativas.
El principal habilitador en tecnología emergente para mejorar la competitividad es el análisis de datos (75%). Actualmente, el procesamiento de datos puede identificar en tiempo real la poca eficiencia en la gestión de efectivo y la proyección de balances, lo cual permite desarrollar un plan de mejora, que permita responder con rapidez ante esta deficiencia.
La transformación digital es un movimiento necesario que ha sido adoptado por distintas organizaciones en México, así como por algunas autoridades gubernamentales. Cabe destacar que este campo ofrece actualmente grandes áreas de oportunidad para las empresas, pues solo 36% ha acelerado drásticamente el progreso de adopción de nuevas tecnologías para lograr la transformación digital de la organización; para ellas, se trata de una ventaja competitiva que les ha permitido distinguirse en el mercado y posicionarse a la vanguardia.
Dentro de la estrategia empresarial, las prioridades de inversión para mejorar la resiliencia y adaptarse a la disrupción son el desarrollo de capacidades y habilidades de la fuerza laboral, así como la inversión de capital en adquisición de nuevas tecnologías y la forma en que las organizaciones aprovechan estas tecnologías disruptivas, aumentando la calidad, productividad y eficiencia de los procesos.
INDUSTRIA 4.0 EN MÉXICO Y SECTOR AUTOMOTRIZ
La implementación de tecnología en México ha avanzado de manera gradual, especialmente en sectores desarrollados en el norte, el Bajío y centro con producción aeroespacial, electrónica y automotriz junto con todas las cadenas de suministro tier 1 y 2. De ellas, el sector automotriz es uno de los pioneros en el campo de la automatización y modernización de sus operaciones, impulsado por la vanguardia tecnológica, la necesidad de eficiencia en costos operativos y la gran competitividad existente en el mercado.
El factor Covid-19 afectó la industria en México obligando a detener o reducir operaciones; sin embargo, esta situación dio la oportunidad de explorar nuevas opciones para avanzar en la estrategia de implementación de la industria 4.0 para continuar operando a distancia.
El sector automotriz ha jugado un papel importante como vanguardia, debido al tamaño del ecosistema; ha podido ser eficiente en cuanto a producción, calidad, ahorros y flexibilidad, así como en la extensa cadena de suministro que necesita correr a la misma velocidad y cumplir los requerimientos que solicitan los clientes para ser parte del nuevo ambiente productivo.
Por otro lado, el mito existente sobre la implementación de la industria 4.0 que conlleva procesos costosos de equipos y tecnología, ha sido otra de las barreras para avanzar en la automatización. El reto para los líderes es demostrar que no necesariamente es una limitante, pues no es estrictamente necesario cambiar toda la infraestructura y arquitectura tecnológica existente, si no que los beneficios pueden ser muy atractivos basados en los nuevos esquemas de negocios que se han desarrollado para esta transformación digital en las áreas de soporte enfocadas en impulsar los ingresos de los negocios y su posicionamiento en el mercado.
Otro factor por considerar es el aspecto negativo observado en la industria durante los últimos años: falta de incentivos para atraer inversiones. Con frecuencia, no es suficiente contar con buena infraestructura instalada y personal disponible y capacitado; también es necesario contar con incentivos para que las operaciones sean más eficientes.
Ante este panorama, el reto de Alta Dirección de la industria de manufactura, y relacionados, está marcado por la necesidad de desarrollar competencias alineadas con la transformación digital y tecnológica en las operaciones de fabricación local, así como por el desarrollo del talento para seguir siendo competitivos y tener éxito aprovechando el T-MEC y las ventajas competitivas de nuestro país en este sector.
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*Las ideas y opiniones expresadas en este escrito son de los autores y no necesariamente representan las ideas y opiniones de KPMG en México