El próximo lunes se inaugura en Santa Lucía “uno de los mejores aeropuertos del mundo y sin duda de México, una gran obra, magna, que se hizo en 2 años y medio con una inversión muy ajustada, que significó ahorrarnos más de 100 mil millones de pesos”.
La resolución de echar para atrás la edificación del NAIM en Texcoco, avanzada en una tercera parte, imponiendo contra viento, marea y toda lógica la construcción del Aeropuerto de Santa Lucia, marcó la tónica del sexenio: ¡las obras emblemáticas del presidente van porque van!
Comparar el NAIM en Texcoco con Santa Lucía es como comparar peras con manzanas. El NAIM, diseñado por el laureado arquitecto Norman Fuster, estaba destinado a ser el Hub más espacioso e importante de América Latina, construido en una superficie de 5 mil hectáreas -6 veces más que Santa Lucía-, la extensión de la losa de cimentación sería en tamaño 7 veces más que el Zócalo de la CDMX, situado a cinco kilómetros de distancia del AICM, con capacidad para atender a 70 millones de pasajeros anualmente -en teoría el doble que el Benito Juárez- con crecimiento potencial del 9% anual hasta alcanzar 125 millones de pasajeros, con 120 posiciones -puertas de acceso- contra 14 posiciones de Santa Lucía. Texcoco contaría con tres pistas de aterrizaje y despegue simultáneo, en tanto que Sta. Lucía tiene dos pistas civiles y una militar, sin la posibilidad de efectuar vuelos simultáneos porque se cruzan. ¿Se convencerán las líneas aéreas internacionales de volar a Santa Lucía? ¿Y las inconvenientes interconexiones? En cuanto al financiamiento del NAIM, los recursos requeridos provendrían principalmente de la colocación de 6 mil millones de dólares en bonos verdes respaldados por la tarifa de uso aeroportuario -TUA- captada por el actual aeropuerto, sin incurrir en deuda pública.
Los hechos desmienten el presunto ahorro al erigir Santa Lucía a costa de Texcoco. El supuesto costo inamovible de Santa Lucía ascendía a 75 mil millones de pesos, el costo real se elevó a 116 mil millones de pesos, 36% por encima a lo proyectado. El costo estimado para indemnizaciones y costes por la cancelación del NAIM, calculado en 100 mil millones de pesos, se desbordó a casi 332 mil millones de pesos –de acuerdo a la auditoría de la ASF-. AMLO calificó las cifras de exageradas e incorrectas. La ASF admitió inconsistencias en el peritaje sin precisar en que consisten. Concediendo que pudieron haber imprecisiones al respecto, ¿dónde está el ahorro?
Añadamos el costo más valioso que es la oportunidad perdida, el potencial crecimiento y la captación de inversiones, asumiendo que el tráfico aéreo traería pasajeros y mayores ingresos.
Se inaugura Santa Lucía, ahora viene lo bueno, comunicar la CDMX con Zumpango, atractivo trayecto que variará entre una y dos horas, el camino recomendable es tomar Eje Central, avanzar por el Circuito Interior, incorporarse a Insurgentes norte, cruzar por los Indios Verdes hacia Ecatepec y de allí -pagando el respectivo peaje- hacia el flamante aeródromo de Santa Lucía. Igualmente se habilitarán 4 estaciones de autobuses: Norte, Poniente, Tapo y Taxqueña. Lo bueno es que el paisaje es gratis.
Cualquier reclamación sobre Santa Lucía, favor de no apuntar hacia los neoliberales.
