De los 34 cargos graves que se le imputan al expresidente de Estados Unidos, Donald Trump, el más serio es haber supuestamente instigado a una turba de sus partidarios, el 6 enero 2021, a irrumpir en la sede del Congreso, obstruyendo la confirmación de la victoria electoral de Joe Biden. El Comité Investigador instaurado por el Congreso, integrado por 7 demócratas y 2 republicanos realizó durante 18 meses una profunda investigación policial, acordando inculpar a Trump por incitara la insurrección y otros delitos derivados. Cientos de asaltantes al Capitolio han sido ya acusados formalmente. El exmandatario, enfático, ha negado tener responsabilidad en dichos disturbios.

Adicionalmente la empresa familiar “Organización Trump” ha sido motivo de exhaustiva investigación. Letitia James, Fiscal General de

Nueva York ha sido la encargada del aspecto civil, en tanto que Alvin Bragg, Fiscal del Distrito de Manhattan ha atendido el tema criminal.

En diciembre 2022 dicha empresa fue declarada culpable por fraude y falsificación de registros comerciales, siendo multada con 1.6 millones

de dólares, condenando al director financiero, Allen Weisselberg, a purgar 5 meses de cárcel. Las investigaciones conducen a que la familia Trump infló su patrimonio neto en miles de millones de dólares. El próximo 2 de octubre iniciará el juicio a Donald Trump y tres de sus hijos -Donald, Eric e Ivanka- sobre el paradero de 250 millones de dólares que aparentemente obtuvo la empresa familiar de manera fraudulenta. Asimismo, continúa la evaluación de documentos gubernamentales sustraídos por la autoridad de la residencia de Trump en Mar-a-lago.

El caso mediático que más ruido ha hecho hasta hoy a Trump es el pago hecho de 130 mil dólares en 2016 por el asesor legal del entoncescandidato presidencial, Michael Cohen, a la actriz porno Stormy Daniels para comprar su silencio en relación al encuentro sexual sostenido con Trump en Lake Tahoe, en 2006. Trump reembolsó el dinero a Cohen registrando el egreso como “honorarios legales”, violación flagrante a las leyes de financiamiento electoral.

Es así como Trump compareció durante una hora ante el juez Juan Merchan en el edificio de tribunales criminales de Nueva York, declarándose “no

culpable”. Trump reiteradamente se considera víctima de una cacería de brujas. Horas después, de regreso en Florida, Trump se explayó: “El

criminal real es el fiscal -Alvin Bragg- distrital, él deberá ser enjuiciado…la acusación debe ser retirada inmediatamente…es un insulto a nuestro país…ahora somos un país del Tercer Mundo…esta es una persecución, no una investigación.”, “Nunca pensé que esto pudiera pasar en América. Lo único que hice fue defender a Estados Unidos de quienes nos querían hacer daño”. Trump se dijo víctima de un presidente lunático que ha hecho de EU una nación fracasada, que trata de impedirle regresar a la Casa Blanca.

No podía faltar la intervención del defensor de la No Intervención, Andrés Manuel López Obrador”, defendiendo al cuestionado expresidente Trump, manteniendo su postura de que no debe utilizarse lo jurídico con propósitos político electorales. “Miren lo que le hicieron a Pedro Castillo en el Perú. Que sea el pueblo quién decida… lo están acusando por algo del 2000 o 2006”.

El asunto Trump determinará lo que sigue para Estados Unidos y mundo que lo acompaña.

Analista

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