Culminan los tiempos de Andrés Manuel López Obrador con “fuera máscaras”. El inesperado, sorpresivo, pero contundente resultado de los comicios del 2 de junio en que “el pueblo decidió dar todo su apoyo al movimiento de transformación, pensando en que era necesario modificar las leyes y hacer reformas, para regresarle a la Constitución su origen popular”, impulsa al Presidente saliente a acelerar a fondo en su obstinación para que los jueces, ministros y magistrados del Poder Judicial sean electos por el voto popular, además de aplicar a conveniencia el Art. 54 constitucional para que el bloque de Morena alcance la mayoría calificada en la Cámara de Diputados –le asignan 364 diputados– y quede a tiro de piedra –le asignan 83 Senadores– para lograrla en la Cámara de Senadores.
En inédita reacción, los más de 53 mil integrantes –titulares de órganos jurisdiccionales, personal de base y/o sindicalizados– del Poder Judicial de la Federación, iniciaron un paro indefinido de labores nacional, manteniendo una imprescindible guardia, pero inevitablemente incrementando el abultado rezago de casos existente. El titular de 8 columnas sería: “El Poder Judicial en pugna con el Poder Ejecutivo”.
El Consejo Coordinador Empresarial publicó un comunicado, pronunciándose contra los intentos de sobrerrepresentación en el Congreso, causal de que un partido pudiera tener un control desproporcionado que no refleje la voluntad del pueblo. Respuesta de AMLO: “Lamento mucho que el Consejo Coordinador Empresarial esté pidiendo que se viole la Constitución. Están descarándose, están definiéndose por la corrupción y no quieren un auténtico Estado de derecho, quieren un Estado de chueco, y es mucha prepotencia que los que se sienten dueños de México, quieran tener a sus pies a jueces, magistrados y ministros…¡Ya entiendan que esto ya cambió, el pueblo no quiere más de lo mismo!”.
Encarrerado, López Obrador requirió a los cinco empresarios más ricos del país -según Forbes- a fijar su postura pública sobre la sobrerrepresentación de Morena y sus aliados en el Congreso. “Sería muy extraño, raro, que el que tiene más dinero en México, Carlos Slim, esté a favor de que se viole la Constitución. De Carlos Slim quiero su opinión, no al Presidente, al pueblo de México”. ¿No que el poder económico está separado del poder político? Aquí se presentan varios asegunes, ¿por qué tendrían estos cinco empresarios que confesarse, que sincerarse públicamente? ¿Cómo mostrarse a favor de algo que muy probable no lo estén y de hacerlo, exponerse a la crítica de sus pares, los vilipendiados conservadores? ¿Cómo declarar estar contra la sobrerrepresentación y exponerse a la reacción de un gobierno que ha contratado los servicios de sus empresas y seguramente les adeuda una lana?
La sobrerrepresentación denota abuso de poder, los mercados son inclementes. Morgan Stanley: “Degradamos a México a infraponderación, tras la propuesta de reforma judicial que el Ejecutivo envió al Congreso, la cual creemos presenta riesgos para la narrativa de inversión del país”. Bank of América: “La reforma judicial tiene enormes implicaciones para el funcionamiento de la democracia en México”
Elegir jueces, magistrados y ministros por insaculación o tómbola, atenta contra la profesionalización y competencia del Poder Judicial, y hasta parece una vacilada. ¿Usted elegiría a su médico por tómbola?
Sugerencia: Transformar la transformación.
Analista político