A dos años nueve meses de asumir la presidencia de México, Andrés Manuel López Obrador rindió su tercer informe de gobierno –el décimo en términos reales- ajeno a la parafernalia que constituía el llamado día del presidente en que el volátil confeti multicolor daba paso al Lincoln descapotable que trasladaba al presidente a Palacio Nacional a colocarse la banda presidencial para de allí trasladarse a la Cámara de Diputados y tras ser vitoreado iniciara por espacio de más de tres horas un interminable desfile de datos y cifras, sólo interrumpidos por los sonoros aplausos –la mayoría de pie- del complacido Congreso. Ahora el presente informe, ante escasos treinta incondicionales colaboradores cercanos, en 55 minutos de una especie de mañanera sin preguntas, se distinguió por el anticipado triunfalismo del autonombrado gobierno transformador.

Una característica de todo informe presidencial es que ni se dice todo lo que es, ni es todo lo que se dice. Son comunes las omisiones, los datos incompletos, engañosos o sacados de contexto.

La animadversión de AMLO hacia el neoliberalismo no pudo mantenerse ajena al informe, así inició: “La transformación está en marcha, y aunque es necesario seguir poniendo al descubierto la gran farsa neoliberal y auspiciando el cambio de mentalidad del pueblo, porque eso es lo más cercano a lo esencial y a lo irreversible, también estamos desterrando vicios y prácticas deshonestas en el manejo de gobierno”. El presidente López Obrador sostuvo que de los once delitos considerados de mayor impacto, sólo ha habido aumentos en feminicidios, en extorsión y robo al transporte público. Anunció López Obrador la inminente presentación de la iniciativa constitucional referente a la industria eléctrica, para reparar el grave daño que causó la privatización del sector público y a la economía popular. Se modernizarán las seis refinerías existentes y en julio 2022 será terminada la refinería de Dos Bocas. El presidente refrendó la decisión financiera de cancelar el aeropuerto de Texcoco y construir el Felipe Ángeles, el cual será inaugurado el próximo 21 de marzo 2022. Así mismo defendió la conveniencia del Tren Maya. AMLO se jactó de los resultados positivos del programa nacional de vacunación. Igualmente resaltó el récord histórico en remesas, en inversión extranjera, en aumento del salario mínimo, en la permanencia de valor del peso, en no aumentar la deuda externa, en el aumento del índice de la Bolsa de Valores y de las reservas del Banco de México. AMLO omitió mencionar el decrecimiento económico de ocho puntos en los primeros dos años de gobierno. En su euforia por los otros datos presentados, AMLO exclamó: “Está como para decir a los cuatro vientos, como para decirle a los tecnócratas neoliberales: Tengan para que aprendan”.

En el segundo tiempo del sexenio, la actual administración no podrá escudarse en los abusos del corrupto e incompetente pasado neoliberal, tendrá que rendir cuentas por los propios proyectos sexenales prometidos, sin sobrecostos en su ejecución y concluidos en tiempo y forma. Por lo pronto los presupuestos de Dos Bocas y del Tren Maya habrán de excederse de la cotización inicial y en cuanto a los tiempos, tendrían que ocurrir milagros para entregar ambas obras puntualmente. Al tiempo…

La humildad no concibe el restregar “tengan para que aprendan”. Todos tenemos algo que aprender.

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