Tras desgastantes meses de campañas -que no fueron campañas-, inician las precampañas -que si serán campañas-. Ahora cada candidato se enfocará a persuadir al eventual electorado de ser la mejor opción.
Claudia Sheinbaum, candidata presidencial de Morena, Partido Verde y Partido del Trabajo, poseedora del bastón de mando -aunque no es ella la que manda- transitará por un camino pavimentado, con 23 gobiernos afines, con estructura y suficientes recursos económicos, ofreciendo gobernar sin zigzagueos, dando continuidad -es decir, más de lo mismo- al modelo transformador emprendido por López Obrador. “Represento lo que significa la continuidad del presidente Andrés Manuel López Obrador, el legado lo vamos a conservar y a profundizar ”.
Xóchitl Gálvez, la sorpresiva candidata opositora del Frente Amplio por México, hoy coalición Fuerza y Corazón x México -título complicado y poco pegajoso-, buscará convencer de no haber sido designada por un chiripazo, sino porque representa una nueva esperanza basada en el amor, convocando a construir el “sueño mexicano”. Xóchitl debe buscar el equilibrio entre su modo dicharachero y popular con la seriedad de sus propuestas, cuidando su imagen, jalando el voto de las clases medias, de los arrepentidos del 2018, de quienes buscan un cambio efectivo sin retórica, de los que anhelan más efectividad y menos rollo. Las fricciones, rencillas y renuncias ocurridas dentro de los partidos coaligados poco abonan a la causa de la candidata que debiera presumir unidad.
Samuel García, el tercero en discordia, el entrometido mancebo a quién Nuevo León parece haberle quedado chico, el contumaz detractor del mayoritario Congreso opositor de su Estado, decidió ir por la grande, chacotero y frívolo, como si se tratara de una kermesse escolar, “México se merece al candidato en la historia del país más joven jamás electo, porque hoy los millenials y centennials somos 60%”. ¿Y la capacidad apá? No obstante, es asombrosa la penetración de Samuel conjuntamente con su esposa Mariana Rodríguez en las redes sociales, la fresca juventud que por primera vez acudirá a las urnas podría identificarse con el candidato “influencer”.
En cuanto a la CDMX en que Clara Brugada perdiendo ganó y hoy es la precandidata de Morena, el Frente opositor designó directamente como su precandidato al exalcalde de Benito Juárez, Santiago Taboada, lo que prendió al meritorio exalcalde de Cuajimalpa, hoy aspirante desplazado, Adrián Rubalcava, quien raudo y veloz renunció al PRI tras intercambiar insultos con Alito Moreno.Y por si fuera poco, la “voy a todas”, hoy sin partido, Sandra Cuevas, alcaldesa de la Cuauhtémoc y también frustrada aspirante a la CDMX, despotricó, exhibiendo a sus supuestos aliados del Frente Amplio. Meditando su arrebato, Rubalcava puso “en pausa” su renuncia al PRI a la vez de interponer un juicio ante el Tribunal Electoral de la Ciudad de México, solicitando el reconocimiento de sus derechos político-electorales y sea anulada la designación de Santiago Taboada como precandidato único del Frente opositor, al no respetarse el previsto método de selección a través de foros y encuestas.
Lo dicho, con la participación de un tercer candidato presidencial y con el agarrón del chongo entre dirigentes y aspirantes del Frente opositor, lo que conseguirán será el agradecimiento de Morena.
Analista político