Culmina el Ejecutivo el sexenio a tambor batiente, haciendo historia. López Obrador anuncia el envío al Congreso de la iniciativa para desaparecer al Instituto Nacional de Transparencia -Inai- a la Comisión Federal de Competencia Económica – Cofece- a la Comisión Reguladora de Energía -CRE- y al Instituto Federal de Comunicaciones -IFT-. “No sirven para nada”. “Es el colmo que organismos públicos creados por el bloque conservador se paguen con dinero del pueblo, les estamos pagando sus instituciones, ¡sus instituciones!”. Parece que no fue un comentario al aire aquel de: “Al diablo con sus instituciones”.

El Inai es un organismo autónomo, especializado e imparcial, garante del derecho a la información ciudadana sobre actos realizados por autoridades federales, órganos autónomos, partidos políticos, fideicomisos, fondos públicos y sindicatos, así como la salvaguarda de datos personales. La Cofece vigila, promueve y garantiza la competencia y libre concurrencia para que los mercados económicos funcionen eficientemente en favor de los consumidores. El CRE fomenta el desarrollo, competencia y seguridad en el sector energético. El IFT regula los sectores de telecomunicaciones y radiodifusión del país de forma autónoma regulando el uso, aprovechamiento y explotación del espectro radioeléctrico, impulsando la competencia y el acceso a tecnologías y servicios. ¿En verdad dichos organismos no sirven para nada? El presupuesto conjunto de dichas entidades asciende a 3 mil 749 millones de pesos, el 0.04% del presupuesto 2024, una bicoca frente a las emblemáticas obras sexenales que vienen triplicando sus originales evaluaciones. Al Ejecutivo parecen incomodarle los contrapesos, por lo que pugna por un Congreso a modo, con mayorías absolutas y sin la existencia de órganos autónomos independientes, lo cual acarrearía una descomposición institucional, consecuencia de la acumulación de poder en una sola persona.

Sin tapujos, contraviniendo las limitaciones que la ley le impone, el presidentede la República sentenció: “El próximo año Morena debe ganar la presidencia y el Congreso, para garantizar el presupuesto para los programas sociales y por eso vengo a Almoloya a decirles que vamos a continuar los programas, ya está aprobado el presupuesto para el año próximo”. O sea, además de interferir, AMLO advierte que sin Morena no habría pensiones.

En cuanto al nombramiento de la vacante en la Suprema Corte, tras la renuncia de Arturo Zaldívar, quien prefirió emplearse con la precandidata Claudia Sheinbaum, por primera vez en la historia reciente, un presidente de la República nombró directamente a la próxima ministra de la Corte, a Lenia Batres, luego de que el Senado no considerara competentes -incluida la finalmente designada- a ninguna de las tres candidatas propuestas por el Ejecutivo. Igualmente, por primera ocasión en la historia reciente, en evidente señal del desdén presidencial hacia el poder judicial, el primer mandatario no acudió a la Corte a presenciar el primer Informe anual de labores, rendido por de la ministra Olga Piña.

Vaya epílogo sexenal, el poder Ejecutivo buscando desaparecer los organismos autónomos, influyendo en el poder Legislativo, pugnando por llegar a controlarlo de manera absoluta y confrontado abiertamente con el poder Judicial. Lo deseable en favor de la democracia es la vigencia de los organismos autónomos, que el Congreso sea un contrapeso del poder Ejecutivo y la absoluta independencia del poder Judicial.

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