Han transcurrido aproximadamente 630 conferencias mañaneras en las cuales los ciudadanos hemos escuchado al presidente López Obrador. Pasado mañana seremos nosotros quienes tendremos la excepcional oportunidad de ser escuchados, nos expresaremos en las urnas y hemos de hacerlo rotunda y contundentemente.

Un requisito imprescindible en toda democracia es el equilibrio de poderes, existe una línea tenue que separa a ésta del absolutismo, de la tiranía, del caudillismo. Del resultado de la presente elección podría depender que el poder Ejecutivo se imponga al Legislativo y al Judicial. Es imperioso que exista un contrapeso que limite la voluntad de una sola persona, independientemente de los colores políticos que represente. Si algún gobernante de la oposición, en su tiempo y circunstancia, estuviese en la posición de AMLO, sería aplicable la misma estrategia: evitar que un solo individuo ejecute, legisle y decida las leyes.

Las elecciones de 2018 castigaron a un régimen corrupto y frívolo, optando por una oferta honesta y transformadora. Hoy la elección intermedia se ha tornado en un referéndum al primer tiempo de López Obrador en el poder, es a él a quién se evalúa aunque no aparezca en las boletas, motivo que ha apremiado su intervención activa, mediante reiteradas alusiones de logros alcanzados y recurrentes críticas contra sus habituales adversarios, con la mira fija en obtener una rotunda mayoría en la Cámara de Diputados, a fin de seguir controlando el Presupuesto de Egresos y consolidar su proyecto transformador del país. Tradicionalmente la concurrencia en las elecciones intermedias ha sido por demás floja, en 2015 apenas llegó al 47.7 % del padrón electoral. En los presentes comicios –más de 93 y medio de electores convocados- por las tantas implicaciones que significa, se espera una mayor afluencia de votantes. De acuerdo a recientes encuestas la preferencia hacia los candidatos de Morena ha menguado, aun así, se especula que sus candidatos se impondrán en probablemente 7 gubernaturas y podrían alcanzar aproximadamente 54% -270 curules- en la Cámara de Diputados.

De favorecer los resultados electorales claramente a Morena, la segunda parte sexenal será con las cartas abiertas, sin tapujos AMLO se concentrará en materializar sus obsesivos proyectos. De serle visiblemente adversos los resultados electorales a Morena, AMLO podría propiciar que la Comisión Permanente admita factibles candados legales a favor de su causa antes de septiembre en que se instalará la LXV Legislatura.

Es común que todo ciudadano, sin distinción, se sienta con la atribución de opinar, juzgar, aprobar y generalmente reprobar las acciones de gobierno, del partido que sea. Criticamos a los gobernantes porque están equivocados, porque son ineptos, y además corruptos. El mínimo requisito para reclamar resultados a la autoridad debiera ser el haber ejercido nuestro derecho cívico, que a la vez es nuestra obligación, de participar cada 3 años con nuestro voto. Pero aquel ciudadano que ni siquiera se molestó en acudir a las urnas, ya sea porque su voto no es definitorio, porque le dio flojera, porque se fue a Valle, porque no tiene caso o porque de todos modos se hace fraude, enfatizo, aquel ciudadano carece de la autoridad moral para criticar y descalificar a sus gobernantes.

No tenemos excusa ni pretexto, nuestro voto sí cuenta, es nuestro derecho, es nuestra obligación. Acudamos a la mañanera ciudadana, es nuestro turno de ser escuchados.

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