Estados Unidos y Canadá resolvieron convocar a consultas para deliberar acerca del presunto cambio de reglas, violaciones e inconsistencias por parte de México en relación al T-MEC, referentes a políticas energéticas discriminatorias a favor de Pemex y la CFE y en detrimento de las empresas extranjeras involucradas. De no llegar a un acuerdo entre países se instalará un panel de solución de controversias a nivel técnico y ministerial bajo el acuerdo comercial sobre el tema energético. En caso de que la resolución le sea desfavorable a México, habrían de cancelarse los actos violatorios al tratado o se le impondrían aranceles compensatorios en sus exportaciones.

La reforma energética de 2013 propició una notable inversión extranjera en energías limpias y confiables. Cambiar retroactivamente las reglas del juego a empresas operantes, así como rescindir contratos sin la indemnización correspondiente quebranta reglas básicas del derecho internacional. Jesús Seade, representante del presidente electo Andrés Manuel López Obrador en las negociaciones del T-MEC, el 27 de agosto de 2018, en Washington, enfatizó que AMLO “no va a echar para atrás la reforma energética ni piensa cambiar la Constitución, él respeta el marco legal como lo tenemos y eso incluye por supuesto los contratos, que son parte del marco legal, los contratos existentes como los tenemos”.

Al respecto López Obrador sostiene que la posición de México no es violatoria del T-MEC: “Nuestras políticas las definimos en México y tienen que ver con nuestra Constitución y nuestras leyes…No vamos a poner en negociación el dominio de la nación, del pueblo de México sobre el petróleo, eso está clarísimo…No son las empresas las que tienen la inconformidad, por eso intuyo que es un asunto político…Yo tengo indicios de que esto tiene que ver con los intereses creados que se sienten afectados porque se dedicaban a saquear a México, y que como se les puso un alto, un hasta aquí, empezaron a hacer trabajo en Estados Unidos y logran esto… El patriotismo no se negocia, son principios irrenunciables, ni el petróleo ni en la industria eléctrica, nada que tenga que ver con ceder nuestra soberanía”. La postura del sector privado es resolver las diferencias con nuestro principal socio comercial-80% de nuestras exportaciones-privilegiando el diálogo, evitando así una disputa comercial de grandes proporciones.

AMLO anunció que responderá a las presiones de Estados Unidos y Canadá en materia energética el próximo 16 de septiembre, durante el desfile militar por el aniversario de nuestra Independencia. Enfatizó el presidente en que México posee el derecho soberano de reformar su Constitución y su legislación interna, además de tener el dominio directo de la propiedad de todos los hidrocarburos en el subsuelo del territorio nacional: “Me llama mucho la atención que haya tanto traidor a la Patria en nuestro país, que en vez de defender a México, defienden los intereses de países y empresas extranjeras. Como quisieran que nos castigaran los extranjeros, que nos fuera mal, es increíble”.

Intuimos el contenido del discurso inflamable, patriotero y populista, coincidente con la celebración de nuestro país libre y soberano, exaltando no ser colonia de nadie y que el presidente de México no es títere ni pelele de ningún gobierno exterior.

Ojalá que las consultas relativas al T-MEC concilien y acerquen a tres países amigos con intereses afines.

Analista político

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