La inobjetable popularidad de Andrés Manuel López Obrador aunada al holgado liderazgo partidista de Morena, frente a una deslucida oposición, presagia un optimista escenario en pro de su próximo candidato presidencial.
El PRI que apenas en 2015 gobernaba en 19 entidades del país, hoy sólo lo hace en 4 Estados. En el PAN su propio líder vaticina que perderán en 2022 el control en 3 de las 8 entidades que hoy gobiernan. El PRD sin entidad que gobernar busca reinventarse convirtiéndose a la socialdemocracia. Movimiento Ciudadano además de ya gobernar en Jalisco, dio el campanazo en Nuevo León, imponiendo a sus candidatos a gobernador y presidente municipal de Monterrey.
Se sobrentiende que para enfrentar electoralmente a Morena sería preciso que la oposición en alianza presente una única candidatura presidencial. La organización Sí por México, encabezada por Claudio X. González y Gustavo de Hoyos anunció que buscará la unidad política entre PRI, PAN, PRD y MC creando una gran coalición para las elecciones de 2024. En días pasados, habituales opositores de AMLO y por ende de Morena, entre quienes destacan Guadalupe Acosta Naranjo, Roberto Gil, Demetrio Sodi, Gustavo Madero, María Elena Morera, Emilio Álvarez Icaza y Beatriz Pagés, conformaron el Frente Cívico Nacional, proyecto de la sociedad civil y de diversas organizaciones sociales, contrapeso al régimen político actual, un “poder arbitrario que opera desde la impunidad, la opacidad y la intransigencia”. Pues bien, más bien pues mal, Movimiento Ciudadano, presto y veloz, en voz de su dirigente Dante Delgado, ratificó que su partido no establecerá alianzas con la vieja política, “con los partidos de siempre”, confiando en que por si mismos ganarán los próximos comicios presidenciales…”nuestra obligación es mirar hacia el futuro”. La catedra señala que el único chance de enfrentar con éxito a Morena en 2024 es eligiendo un único candidato de unidad, el más apto, el mejor posesionado, independientemente del partido que represente. Y aun así, habría que remar contra la corriente; pero intentar competir exponiendo a varios aspirantes, fracturaría las preferencias a favor del partido mayoritario en el poder. Como muestra de lo anterior veamos la reciente encuesta publicada por Reforma, donde Morena aventaja las preferencias electorales con 45%, seguido con 20% del PAN, 19% del PRI y 5% de MC. En cuanto a candidatos, Marcelo Ebrard y Claudia Sheinbaum prácticamente están empatados, seguidos sorpresivamente por Luis Donaldo Colosio -sin mayor mérito a hoy que la marca- y a distancia está Ricardo Anaya y más alejado Ricardo Monreal. A la vista, Morena hoy va en caballo de hacienda.
Pero el reto es no caerse del caballo en los venideros años decisivos. Llama poderosamente la atención las declaraciones provenientes de quién es considerado el máximo ícono viviente de la izquierda, Cuauhtémoc Cárdenas, quien manifestó que las políticas públicas han fallado, el crecimiento económico es bajo, hay rezagos en pobreza, inseguridad y violencia, desempleo, deterioro ambiental, en cuestiones de género e incluso en salud y educación. ” Veo al país con muchos rezagos y sin propuestas de cómo superar estos problemas”.
La temporada electoral se ha iniciado anticipadamente con el patrocinio presidencial, faltando un buen trecho por andar, las corcholatas se han ido destapando, no se vaya a salir el gas.
