Consulta: ¿Está usted de acuerdo con el entorno político de descalificación desde el poder, agravios, insultos, regaños, mofas y ofensas con que el presidente cotidianamente se dirige a una señalada persona o grupo elegido? ¿Está usted de acuerdo con el amarre de navajas propiciado desde las mañaneras por el presidente, entre los designados como adversarios, contra el pueblo despierto y noble al cual ningunean y desprecian? ¿Está usted de acuerdo en que se utilice el espacio público de las mañaneras para temas subjetivos y para promover la imagen presidencial a costa del erario?
El presidente de la República parece adjudicarse la paternidad de la democracia, a la vez que verdugo de la corrupción. La esencia de la democracia es la libertad de todo individuo a tener y manifestar sus ideas propias, siempre en el entendido de que existen opiniones diversas. Andrés Manuel López Obrador es presidente de todos los mexicanos, hayan o no votado por él, el pueblo somos todos, incluyendo a opositores y a minorías.
En los recientes días el señor presidente se ha lanzado contra los organizadores y participantes en la marcha del próximo domingo en contra de la reforma política del INE, generalizando, llamándolos rateros, racistas, clasistas, hipócritas, achichincles, aspiracionistas, fifís y aspirantes a fifís, despistados, lambiscones, cretinos, corruptazos, vulgares, ladinos, inmorales y ambiciosos. “Todos esos, aunque vayan a misa los domingos no le tienen amor al pueblo, ¡váyanse lejos!”.
Es lamentable que nos hayamos acostumbrado a oír sin escuchar, como si las ofensas desde el poder fueran naturales, como si mereciéramos esos constantes palazos. ¿Es así, en esos términos, como un empresario debiera dirigirse a sus colaboradores y empleados o cada uno de nosotros —todos pueblo—, hacia los meseros, taxistas, gente indistinta con quien tratamos? En esta misma tesitura AMLO acometió contra Roger Bartra, intelectual de izquierda que no requiere del visto bueno de nadie para ser reconocido y apreciado, acusándolo de haber engañado con sus supuestas ideas y ahora haberse vuelto hacia el bloque conservador: “Ya lo convenció Krauze”. ¿Insinúa AMLO que Bartra es indeciso y manipulable?
La marcha del próximo domingo es un testimonio ciudadano por defender una institución orgullosamente suya, al ser representados por Consejeros Ciudadanos electos y no por el secretario de Gobernación en funciones —o sea, por el presidente—, quien decide cuándo se cae el sistema. En cuanta encuesta se ha realizado al respecto, el INE figura como el organismo público con mayor aceptación por parte de la ciudadanía. Estamos de acuerdo en que el INE es perfectible, pero ningún poder de la Unión debe intervenir en la designación de los árbitros electorales. Además, meterle mano al andamiaje electoral cuando las corcholatas ya andan destapadas anticipando los tiempos electorales, sería como pavimentarles el camino, junto al partido mayoritario que los impulsa en su intención electoral. Seguramente el mensaje del apreciado expresidente del entonces IFE, José Woldenberg, será contundente: “El INE es de los ciudadanos, no del poder”.
De ninguna manera se puede retroceder en la defensa del INE, “el gobierno y los partidos políticos ni organizan ni califican las elecciones”.